Maricela Moreno Rodríguez
El libro “La educación multigrado en México” resultó un insumo para lograr que se publicarán las “Directrices para mejorar la educación multigrado” del extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INNE), sin embargo, esto se ha quedado en una publicación más ya que no se logró, ni se ha logrado, la puesta en marcha ni con el nuevo organismo llamado Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, señalaron Sylvia Schmelkes, Vicerrectora de la Universidad Iberoamericana y Diego Juárez, investigador del Inide de la UIA.
Este texto surge como idea en 2016, dentro de la Conferencia del Sistema Nacional de Evaluación Educativa (SNEE) donde el secretario de educación de Durango tuvo el interés de realizar un estudio para evaluar las escuelas multigrado, ya que más del 50% de sus primarias son de esta modalidad* y después 26 estados más se sumaron a esta iniciativa. A modo de diagnóstico, el libro nos otorga un panorama general de la situación actual del multigrado en el país, esto como resultado de información con la que ya contaba el INEE, excepto por un capítulo donde utilizan antecedentes del Consejo Nacional de Fomento Educativo CONAFE.
Investigar el multigrado, comentan en esta presentación en el marco del XV Congreso Nacional de Investigación Educativa, exige una posición política, hay que reconocer la desigualdad social e incluso pensar el problema como una causa o consecuencia. En este sentido, La Ley General de Educación señala que las escuelas multigrado tienen que contar con un modelo educativo (artículo 43) y a su vez, menciona que la educación multigrado sea superada (artículo 16), esto hace reflexionar entorno a la política de la educación rural en general, donde se habla del fortalecimiento a este ámbito pero en la práctica se han generado acciones como el cierre de escuelas de CONAFE desde el año pasado.
Tampoco existe una evaluación como el Plan Nacional para la Evaluación de los aprendizajes (Planea) para multigrado, ni se tiene examen de desempeño para profesores, falta reconocimiento a la Red de Investigación de Educación Rural (RIER), e incluso, en la práctica docente siempre se tienen que hacer adecuaciones curriculares, aunque estas van un paso atrás debido a los constantes cambios en los planes y programas de estudio.
“Otro aspecto importante que hay que considerar es el impacto del desplazamiento y violencia en zonas rurales, pues son estas las que viven contextos que afectan no solo la enseñanza sino las condiciones de vida y el compromiso de los docentes, aquí cabe pensar en impulsar la pedagogía y educación para la paz, cuestión que ya ha trabajado Colombia y por ello, resulta necesario hacer alianza”, señalan.
Si bien, finalizan, hubo aciertos en el INEE como la construcción de estadísticas a partir de sus panoramas educativos, faltó y falta, retomar los diagnósticos, evaluaciones y estadísticas para implementar una política hacia la educación rural que contemple como eje principal el multigrado, es cierto que existen acciones, y programas, no obstante, estas no cuentan con presupuesto ni estructura ocupacional, solo hay subsistencia, pero no consolidación a este tipo de educación.
*Según datos publicados en: INEE (2019). La educación multigrado en México. México: autor. La versión digital se puede revisar en https://www.inee.edu.mx/wp-content/uploads/2019/01/La-Educacio%CC%81n-Multigrado_BIS.pdf