Fui invitado el pasado miércoles 3 de julio, a un Foro que tuvo como título Análisis y Diálogo Educativo: “La Refundación de los Posgrados en Jalisco en el Marco de la Reforma Educativa” el cual se llevó a cabo en el Hotel Misión Cartón de la ciudad de Guadalajara y cuya intención fue la de recoger propuestas para darle cabida a la reestructuración o refundación de dicho espacio académico e institucional en esta entidad.
Al evento asistieron cerca de 100 personas de las instituciones encargadas de ofertar el posgrado en el estado de Jalisco, principalmente el ISIDM, CIPS, MEIPE, la Dirección de Normales, la Dirección de Posgrado y tres colegas del sistema de Unidades UPN (entre los que me cuento).
La agenda de trabajo fue agotar tres puntos o tres ejes de discusión:
Mesa 1. Reforma educativa.
Mesa 2. Políticas educativas actuales.
Mesa 3. La refundación de los posgrados.
En la parte previa y después de la inauguración del evento por parte del Sub-Secretario de Formación docente Dr. Baldemar Abril Enríquez, hubo dos conferencias centrales:
“Investigación y Posgrado en las Escuelas Normales perspectivas y retos” a cargo del Dr. Abraham Sánchez Contreras responsable de investigación de la DGESPE y “Retos del posgrado en una sociedad de cambio” por el Dr. Francisco Guzmán Marín. Hasta aquí el asunto del protocolo.
Es obvio valorar estos eventos ya que tienen la sana y noble intención de abrir la agenda de los asuntos públicos para construir una mejor propuesta o una propuesta que si bien no refunda todo, cuando menos abre un proceso de repensar en ese sentido. En dicho evento no se hace mención a la Universidad Pedagógica en el estado, no se comparten datos de la misma, tal vez porque la lógica de la SEJ, tiene separados las dependencias que son propiamente del estado de aquellas dependencias de otros ámbitos de índole federal o de universidades nacionales como es el caso de la UPN.
Existen distintas lógicas para entender un mismo problema y el problema del posgrado en Jalisco se relaciona con varias artistas. Primero es necesario reconocer que ya pasó desde hace muchos años la bonanza del posgrado en educación, las instituciones de posgrado si bien en otro tiempo tuvieron infinidad de usuarios en sus aulas hoy se complican tanto el ingreso, como el sostenimiento de la matrícula.
Habría que partir de una pregunta básica: ¿Cuáles son las aportaciones y los avances que hemos tenido en educación con 30 años de posgrado en Jalisco? Y después de ahí preguntarnos ¿Qué nos proponemos refundar del posgrado y en qué dirección?
Me parece (ESTA ES UNA HIPÓTESIS MIA), que el posgrado en educación en Jalisco ha entrado en una fase de agotamiento, no sólo por haber caído en la tentación clientelar del puntismo que dan los grados académicos, sino también, porque no existe una correlación directa que sea comprobada y que vincule mayor escolaridad con mejor desempeño, eficiencia y productividad académica sobre todo en educación básica.
Entonces más que refundar debemos reinventar muestra idea del posgrado y pensar desde las necesidades educativas y las necesidades del desarrollo educativo para la entidad. Los mejores maestros y las mejores maestras no son los que han alcanzado más grados académicos.
Reinventar el posgrado en educación en Jalisco de las instituciones públicas que lo ofrecen pasa por profundizar en tres grandes cosas:
- Articular los esfuerzos institucionales, las dependencias los talentos. Generar una sinergia a partir de sumar no de restar y mucho menos de dividir. Ver a las instituciones no como cotos de poder, sino como dependencias que ofrecen una oportunidad abierta para contribuir al desarrollo académico de la entidad.
- Crear las condiciones institucionales adecuadas, preocuparse por los perfiles, por las cargas académicas y por condiciones óptimas que vinculen docencia, investigación y gestión.
- Hacer un ejercicio más o menos largo pero necesario que implique actualizar el diagnóstico del posgrado, hacer un nuevo estudio factibilidad, crear nuevos diseños de oferta académica diversificada y flexible que piense no en los grados académicos que se otorgan, sino en las contribuciones sociales de los nuevos doctores o maestros.
La refundación del posgrado (para decirlo en el tono institucional) debe trazar un objetivo estratégico, ¿cómo queremos vernos en el posgrado en Jalisco al final del sexenio y dentro de 10 años cuando menos?
Un elemento adicional es la ausencia de un liderazgo académico potente que sirva como guía y como facilitador en este proceso inédito de refundación. Tanto el CIPS, el ISIDM como la MEIPE (por mencionar a las instituciones centrales de este evento) deben pensarse idealmente como quisieran quedar conformadas en un nuevo esquema institucional.
Reinventar el posgrado implica mejorar la oferta, todo iniciaría con desaparecer los programas que se ofertan hasta ahora y diseñar una nueva Maestría y un Doctorado único a nivel estatal, con cursos básicos únicos para todos pero con salidas flexibles y diversas que impliquen mas de la mitad de los créditos. El posgrado deberá re-pensarse hacia la especialización y hacia la atención de problemáticas socio educativas como: la violencia, los problemas de convivencia, la equidad de género, la atención educativa a grupos vulnerables, la educación por la paz y los derechos humanos, las didácticas especificas en las asignaturas críticas, la educación en espacios virtuales o no convencionales, etc.
Por último la refundación del posgrado pasa por acercarnos a revisar reportes de investigación en donde se encuentren recomendaciones y hallazgos que den cuenta de las tensiones institucionales y de las problemáticas presentadas las cuales deberán ser superadas de cierta manera. Es por ello que la disposición institucional es la base de la refundación.
Agradezco la invitación de los organizadores y agradezco también las ideas vertidas por todos y todas las asistentes a este evento, no puedo detenerme a dar créditos particulares, pero cada quien sabe que dijo y que aportó o que sigue pensando en este momento.
El posgrado en Jalisco debe repensarse bajo una nueva perspectiva. No podemos aspirar a refundar a partir de hacer lo mismo que comenzamos a hacer treinta años.