En general, la jerarquía de los salarios se corresponde con el nivel de estudios; y al mismo tiempo, el nivel educativo está relacionado correlativamente con el nivel de desempleo y positivamente con la tasa de ocupación, señaló Giovanna Valenti, investigadora de la UAM Xochimilco.
Durante su conferencia titulada “Educación Superior y mundo del trabajo” impartida en el Tercer Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal, la investigadora aseguró que en nuestro país, el nivel educativo continúa siendo un factor de valoración social y constituyen un filtro para el acceso a los trabajos más cualificados o de mayor reconocimiento.
Explicó que independientemente de las diferencias que se advierten, la educación sigue asociada al mayor bienestar de los individuos, sin embargo, considera que la principal limitación que la educación aporta a los individuos es la fuerte determinación que el origen socio-familiar y cultural tiene en su desempeño escolar y posteriormente en la construcción de redes.
Al mismo tiempo, señala que diversos estudios sobre movilidad e inclusión social también explican que la única salida a esta determinación negativa es lograr que los individuos puedan tener oportunidades, lo más parecidas posibles en el desarrollo de sus capacidades.
Además explica que las grandes tendencias muestran que a mayor educación, se presenta un mejor desarrollo, democracia entre la sociedad, innovación social y bienestar de los individuos.
Por ello, considera que existen tres aspectos que inciden directamente en la calidad de la formación profesional de nivel superior:
- Los desarrollos mundiales del conocimiento tienen impacto en el perfil de los profesionales
- La vigencia comparativa de los planes y programas de estudio, así como su pertinencia profesional, científica y social en relación con las condiciones y exigencias del mundo del trabajo
- Los rasgos de funcionamiento de la organización académica que sustenta la formación profesional
Ante ello, considera que el mercado laboral o también llamado mundo del trabajo es una dimensión central de las Instituciones de Educación Superior, porque involucra la tarea sustantiva, que es la formación profesional, científico, técnico y social.
“Este supuesto ha sido debatido en el sentido de que el mercado laboral como dimensión de la calidad es limitativo en la interpretación del quehacer universitario”, agregó.
Finalmente, señala que el mercado del trabajo es un referente necesario pero no suficiente para la estimación de la calidad de la educación superior.