Los resultados de la Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA) en Preescolar, presentados por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), revelan que las escuelas recurren a los padres de familia para obtener recursos su funcionamiento esencial.
La consejera de la Junta de Gobierno del organismo, Sylvia Schmelkes del Valle, afirmó que el ECEA en este nivel educativo identifica con claridad los déficits, algunos considerados graves, que hay en el país para garantizar condiciones mínimas que cumplan el derecho a la educación de calidad y la gratuidad.
Explicó que a pesar de que no se cobren cuotas, los padres de familia no pueden permitir que sus hijos estudien en escuelas sucias, peligrosas o sin el equipamiento indispensable, y acaban aportando lo que el gobierno no proporciona.
Para Schmelkes del Valle sostuvo que maestros y directivos, sobre todo los que laboran en los contextos más precarios, merecen todo el reconocimiento, pues logran motivar al alumnado para que asista a la escuela.
El que las evaluaciones de este tipo en ocasiones resulten desalentadoras y exhiban las deficiencias de los gobiernos en cuanto a garantizar las condiciones para una educación de calidad, hace que sea indispensable la existencia de un órgano autónomo encargado de la evaluación educativa, ya que da a conocer esta información al Estado y la sociedad.
La directora general de Evaluación de la Oferta Educativa del INEE, Raquel Ahuja Sánchez, detalló que los planteles preescolares de México tienen carencias de infraestructura, servicios básicos, espacios indispensables como aulas o área de juegos, así como mantenimiento a los inmuebles, siendo los del sector público los de mayor problema, particularmente los indígenas y comunitarios.
La evaluación se aplicó en las 32 entidades federativas, en 2 mil 141 escuelas con participación de 2 mil 17 representantes de la Asociación de Padres de Familia, 4 mil 171 docentes, mil 595 directores, 30 mil 891 padres de familia y 394 Líderes para la Educación Comunitaria.
Ahuja Sánchez indicó que 86% de los jardines de niños operan en inmuebles construidos para este nivel educativo, pero en las escuelas comunitarias 1 de cada 5 funciona en espacios adaptados, mientras que en las privadas son 2 de 5.
De acuerdo con el estudio, también hay privación de mobiliario básico para estudiantes y docentes, materiales didácticos y de apoyo, herramientas tecnológicas, y otros recursos necesarios para la implementación del currículo.
A estos problemas se suman la falta de apoyo especializado para las escuelas que reportan alumnado con discapacidad, déficit de docentes y que los que hay no reciben acompañamiento continuo. Sólo una maestra de cada 3 tuvo la cantidad de asesorías externas que deberían recibir en un ciclo escolar.
La directora general de Evaluación de la Oferta Educativa afirmó que los resultados de esta evaluación concluyen que para el funcionamiento de los jardines de niños, las comunidades escolares hacen grandes esfuerzos de manera cotidiana, tanto para contar con las condiciones de trabajo necesarias como para brindar bienestar a los niños y niñas.
La educación preescolar en México es desde 2004 parte de la educación obligatoria, que en la actualidad la integran alrededor de 90 mil escuelas, 240 mil docentes y 4.9 millones de alumnos, de los cuales, aproximadamente el 85% asiste a planteles de sostenimiento público.