Resulta que cuando teníamos todas las respuestas,
entonces nos dimos cuenta
que habían cambiado todas las preguntas.
Mario Benedetti.
La iniciativa de Reforma Educativa (RE) por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto para el periodo sexenal 2012 – 2018, fue una incisiva devastadora. Si bien de manera reiterada se han reconocido por distintos especialistas, los costos sociales, junto al deterioro de distintos elementos del sistema que fueron afectados por dicha iniciativa. Dicha propuesta de reforma fue capaz de lesionar el tejido institucional que integra a la SEP, al magisterio nacional, a la imagen social de los y las educadores y al papel social de la escuela.
La reforma educativa de Enrique Peña fue directo a uno de los elementos de la columna vertebral del sistema educativo: el magisterio nacional, con la intención de dividir, suprimir derechos históricos y transformar la imagen de los y las educadores ante la sociedad.
Dicha reforma tuvo más rechazo que apoyo, e incluso hoy en día no ha sido posible salir de esa sensación de amenaza y persecución que se generó a partir de la reforma educativa del 2013.
Las secuelas son grandes y variadas, se ha modificado la identidad y el compromiso social de los y las educadores, la regulación laboral y la relación con el Estado y también se ha transformado la vida cotidiana de las escuelas. Hoy a la distancia podemos afirmar que con dicha reforma ni mejoró la calidad del servicio educativo, ni tampoco los maestros evaluados son mejores maestros.
Días después y a partir del inminente cambio de gobierno, se abre la oportunidad para diseñar una nueva propuesta de reforma educativa, que como parte de la misma, logre desmembrar la propuesta anterior. Nos encontramos dentro de dicho tránsito en el punto cero de la reforma, ni se ha renunciado a las secuelas de la reforma peñista, ni tampoco se han logrado sentar las bases de lo que será la nueva propuesta de reforma educativa.
Ya el gobierno de la cuarta transformación hizo un intento a través de abrir una amplia consulta, más de 50 mil ponencias, las cuales no han sido suficientes para ordenar y clarificar por donde será el rumbo que se transitará, ahí la mueva autoridad educativa se ha dado cuenta que en dichas ponencias hay mucha basura (sobre todo la elaborada por el SNTE), para confundir o distraer a la sociedad en su conjunto.
No conformes con eso hoy de nueva cuenta abren un nuevo intento de consulta pero ahora acotada a ciertos actores sociales: magisterio, especialistas, sociedad en su conjunto etc.
Si bien la consulta es un espacio de diálogo abierto en donde se garantiza la posibilidad de escuchar para decidir, se tiene la dificultad de ordenar el contenido de las propuestas y sistematizar los elementos más significativos de las mismas.
El reto es muy grande se trata ahora de conformar el modelo, los ajustes al sistema y la conformación de un tipo de oferta educativa dentro de la cual se condense la formación de los niños y niñas para el futuro de nuestro país.
El actual gobierno ya sabe todos los cambios que debe hacer pero (desde mi perspectiva) no sabe cómo hacerlos, esto ha dado lugar a infinidad de oportunismos ya que todos saben hoy en día como avanzar en educación, todos son expertos, todos proponen a gritos a los cuatro vientos.
Este punto cero entre la reforma que se va y la que está por venir ha generado una especie de vacío, una especie de tierra de nadie en donde se desconoce el rumbo y el sentido de lo que habrá de venir en educación.
En última instancia deberán ser los niños, niñas y jóvenes los más preocupados por este clima de vacío institucional, ellos y ellas son los usuarios los destinatarios finales de la tarea y de los beneficios educativos de la misma. Ellos y ellas deberán de formarse con un enfoque humanista, conociendo nuestra historia y nuestras tradiciones si pero con la mirada puesta en el futuro en este espacio incierto de mundo que está por venir.
Me parece que el gobierno de López Obrador debe decidir desde los docentes y con los investigadores en el campo educativo el tipo de rumbo que deberá tener la reforma por venir y lo mas importante es necesario trazar metas parciales para el corto plazo que se vayan cumpliendo para dar paso a los grandes y ambicioso objetivos de la reforma educativa que México necesita.