¿Cómo hacer que un gobernador cumpla con sus promesas de campaña? ¿Cómo va a persuadir la comunidad de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) a Francisco Domínguez para que destine oportunamente los recursos públicos que ofreció siendo candidato de Acción Nacional a la gubernatura del estado (2015-2021)? Ante la elección federal de julio pasado, ¿qué oportunidades se abren para que la UAQ tenga viabilidad financiera en el largo plazo? Estas preguntas están tratando de ser respondidas por algunos universitarios con el propósito de informarnos, reflexionar, buscar apoyo e iniciar un plan estratégico de movilización.
El cuestionamiento al gobernador se basa en que, durante su campaña, ofreció aumentar anualmente diez por ciento el presupuesto estatal destinado a la UAQ. Esta promesa no se ha cumplido, como podemos ver en el Cuadro 1. El aumento en el primer año de gobierno de “Pancho” fue de sólo tres por ciento y para 2017 y 2018, alcanzó 7.5 y 9 por ciento, respectivamente.
Cuadro 1. Presupuesto estatal asignado a la UAQ
Año | Monto | Diferencia (Abs.) | Aumento |
2015 | 500,253,095 | ||
2016 | 515,953,095 | 15,700,000 | 3.0% |
2017 | 557,837,800 | 41,884,705 | 7.5% |
2018 | 613,621,580 | 55,783,780 | 9.0% |
Elaboración propia con base en La Sombra de Arteaga, periódico oficial del Gobierno del Estado de Querétaro.
En 2017, el subsidio federal fue de un poco más de 1,200 millones de pesos. Sumando esta fuente de ingresos con la del subsidio estatal (557,837,800) tenemos un total de un poco más de 1,800 millones de pesos. Solamente para pagar la nómina de la UAQ se requirieron en ese entonces un poco más de dos millones de pesos. Es decir, el subsidio total (federal y estatal) no alcanza para cubrir las obligaciones que esta universidad tiene con sus trabajadores, ¿no debería el gobernador Domínguez estar preocupado?
La UAQ no ha sido una institución que se ha “dormido en sus laureles”. Para poder completar para la nómina y mantener condiciones dignas de estudio, la UAQ generó, en 2017, ingresos propios por 761 millones de pesos (Herrera, 2018. Sexto Informe). Esto fue posible gracias a los proyectos que hacemos los investigadores, los convenios que se han signado con las empresas de la región y sobre todo, gracias al esfuerzo de los estudiantes y sus familias que han cubierto el costo de diversos servicios académicos, deportivos y clínicos. Si todos hemos cumplido y cooperando con la UAQ, ¿por qué el titular del Ejecutivo Local no?
Pero si las primeras promesas de campaña no se cumplieron, aún hay tiempo de resarcirse. A mediados de diciembre (15-18) esperamos ver una propuesta de presupuesto que refleje el genuino compromiso del Ejecutivo Local con la UAQ. Existe, por un lado, una propuesta de tener un presupuesto “uno a uno”, es decir, por cada peso invertido por la federación, que el gobierno estatal asigne exactamente lo mismo. Esto representaría, para 2019, alrededor de 693 millones de pesos adicionales a lo prometido – y no cumplido – por Pancho Domínguez (731 millones de pesos).
¿Por qué otorgarle a la UAQ más recursos? En primer lugar, por el valor intrínseco que tiene para las personas estudiar en una reconocida universidad pública de México. En segundo, para ser congruentes. En su Tercer Informe de Gobierno, Domínguez asegura: “El acceso y permanencia en los servicios educativos de niñas, niños y jóvenes queretanos es un compromiso crucial para el desarrollo presente y futuro de la entidad” (2018:16). Pues sí y el futuro de Querétaro requiere de una inversión en educación justa y sostenida. Tres de cada 10 jóvenes que cursan la universidad en Querétaro lo hacen en la UAQ.
Tercero, con mayores recursos le puede ir mejor a nuestra entidad y a la UAQ. Pese a las restricciones presupuestales, la Autónoma ha podido elevar su matrícula estudiantil en 11 por ciento del ciclo escolar 2011-12 al 2018-2019. Es decir, se han abierto oportunidades en un país cuya participación de los jóvenes de entre 19 y 24 años en la educación superior es relativamente baja. Con una inversión más alta, la UAQ podría ampliar la cobertura en el estado que es, según el Informe del gobernador, de 37.4 por ciento. Esto coloca a Querétaro por debajo del indicador a escala nacional (38.4%, incluyendo la modalidad escolarizada y no escolarizada) (Peña-Nieto, 2018, Sexto Informe de Gobierno).
Cuarto argumento para dotar a la UAQ de fondos suficientes. Querétaro es un estado relativamente rico. Económicamente, crece por arriba de la media nacional y sin embargo, el gobernador en turno regatea a la UAQ los recursos generados por la propia entidad. Es sintomático que el actual gobierno panista destinó, como proporción del presupuesto estatal total, un monto menor total de 2015 a 2018 (1.88 y 1.53%, respectivamente).
Somos un estado industrialmente pujante, pero titubeante al invertir en el factor que más reditúa en el desarrollo: la formación de personas y profesionales altamente calificados, críticos y socialmente responsables.
¿Qué sigue? ¿Cómo va a persuadir la sociedad de Querétaro al gobernador en turno para que explique su decisión de no invertir lo suficiente en la educación superior pública de la entidad? Varios universitarios han sugerido mostrar, con evidencia, cuáles serán las consecuencias actuales y futuras de la reticencia gubernamental. Una de éstas es, claramente, registrar elevadas tasas de rechazo de jóvenes que desean cursar la universidad. 70 por ciento de los aspirantes a la UAQ no son aceptados. Esto en términos absolutos son alrededor de 8,500 jóvenes que, probablemente y si sus familias poseen el capital, van a ir a la universidad privada a nutrir el negocio. ¿Por cada peso que ha dejado de invertir el gobierno de Pancho Domínguez en la educación superior pública cuánta ganancia le ha generado al sector privado?
Será necesario construir mejores indicadores, formular nuestro Plan Institucional de Desarrollo (PIDE), así como construir nuevos argumentos para interpelar públicamente al gobernador de Querétaro y persuadirlo de que su decisión de limitar los recursos a la UAQ es una decisión tanto injustificada como equivocada.