Wenceslao Vargas Márquez
Las vidas políticas y sindicales de Romero Deschamps en el sindicato petrolero, y de Juan Díaz en el SNTE, son vidas paralelas: ambos adelantaron sus elecciones gremiales en diciembre de 2017 y febrero de 2018, para no encontrarse un gobierno de Morena en el camino y un clima políticamente adverso cuando les tocara realizar sus elecciones a fines del año 2018. Desafiaron el futuro y perdieron.
Aparentemente están recibiendo distinto trato político de parte del nuevo gobierno federal. Al parecer los sindicalistas petroleros opositores tienen ya una indicación explícita de parte de ya saben quién para proceder a reponer un proceso electoral donde se reeligió Romero Deschamps en diciembre de 2017. Parece que los profesores opositores del SNTE no tienen una indicación explícita sino apenas una sugerencia implícita que hasta ahora parece no contemplar la reposición del congreso de Jalisco donde autocráticamente se reeligió Juan Díaz. ¿Por qué la diferencia en el trato?
El Congreso de (re)elecciones del SNTE fue convocado en noviembre de 2017, un año antes de que debiera ocurrir (octubre de 2018). El analista Arturo Cano en el reciente 20 de agosto escribió. “Resuelta la candidatura de José Antonio Meade –y tal vez en previsión de la derrota–, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, ordenó al SNTE adelantar la renovación de su dirigencia. El cambio debía ocurrir el próximo octubre, cuando vencía el plazo para el que fue electa Gordillo. Esa prisa impuesta desde Bucareli es una de las armas que empleará en su batalla jurídica, que no será el único frente”. ¿Osorio también le indicó a Romero Deschamps adelantar el suyo?
El Comunicado 8-2017 del SNTE del siete de marzo de 2017 explicó la visita de Juan Díaz a Osorio Chong. Dijo el comunicado: “El Presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, se reunió con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como parte del diálogo permanente que mantienen en temas relacionados con la labor docente, entre los que destacan derechos humanos, comunidades indígenas, protección civil y cultura cívica. El secretario Osorio Chong reconoció a los maestros por su constante esfuerzo, que permitirá consolidar un mejor futuro para el país, y los invitó a continuar actualizándose para estar a la altura de los nuevos desafíos. Por su parte, el maestro Díaz de la Torre expuso al titular de Gobernación los distintos programas que el Sindicato impulsa en beneficio de sus agremiados. Asimismo, el dirigente nacional del SNTE refrendó el compromiso de los maestros por seguir contribuyendo a las mejores causas, para hacer de México un país más próspero”. ¿Será que realmente en marzo de 2017 Osorio estaba interesado en las comunidades indígenas, la protección civil y la cultura cívica?, ¿o se dio ahí la indicación oficial de algo que no se improvisa tan fácilmente que es la realización adelantada del congreso nacional del SNTE?
Una vez consumado el triunfo de Morena y López Obrador, los liderazgos nacionales de los dos sindicatos (vidas paralelas), vinculados al PRI y a su campaña presidencial (vidas paralelas) se le tiraron al piso (vidas paralelas) al nuevo gobierno en desplegados (vidas paralelas) que hicieron antes de una semana. Los dirigentes petroleros firmaron su desplegado de inmediato porque la amenaza política en su contra era explícita: el 27 de mayo, durante la campaña, Amlo había prometido “acabar con el cacicazgo” petrolero, prometiendo que habrá democracia sindical. “¿Sí me entienden, verdad?”, dijo el candidato presidencial en Minatitlán. Se le presiona además a Romero desde el Senado pidiéndose una investigación de sus bienes y manejos mediante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Por otro lado, los dirigentes del SNTE (vidas paralelas) firmaron su desplegado el ocho de julio. No tenían una amenaza explícita desde el gobierno como la tiene Romero, pero tenían la amenaza de la salida de prisión de Elba Esther Gordillo, inclinada hacia Amlo. Estos desplegados que comentamos no sirvieron de mucho pues el nuevo gobierno se ha negado (vidas paralelas) a tomarse la foto ni con Romero Deschamps ni con Juan Díaz. El nuevo gobierno niega ambos líderes sindicales el símbolo iconográfico de la aceptación: la fotografía fraternal con el nuevo presidente. No habrá foto.
Parece que Romero Deschamps ya accedió a que se reponga el congreso que lo reeligió y hay una candidata nacional, Lourdes Díaz Cruz, que explícitamente recorre el país pidiendo el voto para relevar a Romero en las próximas semanas. El impulso del nuevo gobierno al proceso sindical petrolero es tan cierto, tan obvio, que se necesita negarlo. En la mañana del domingo 23 de septiembre la senadora Rocío Nahle, próxima titular de la Secretaría de Energía, dijo que el nuevo gobierno es ajeno al tema. Si yo fuese petrolero le daría mi voto a Díaz Cruz porque su lucha es la misma lucha del magisterio.
En el caso del SNTE, Juan Díaz, Alfonso Cepeda y Jaime León Navarrete no han querido entender (aceptar) el congelamiento político que viven. Un vocero sindical cercano a la maestra Gordillo dijo recientemente que la discusión de la titularidad del sindicato se encuentra en tribunales. Díaz, Cepeda y León indudablemente saben (deben saber) que temas de este tipo y envergadura no se ventilan en tribunales sino en el terreno político, donde desde el primero de julio ya no caben porque han defendido una reforma educativa que el nuevo gobierno cancelará. Vidas paralelas, traicionaron a sus representados, desafiaron el futuro y perdieron. Deben seguir el camino que pronto tendrá Romero Deschamps.
Twitter @WenceslaoXalapa