A juzgar por la dinámica que dicta el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pronto dejaremos de hablar de Reforma Educativa para dialogar acerca de la Transformación Educativa, de un nuevo plan. Éste, de acuerdo con los dichos de AMLO y su secretario de Educación Pública designado, Esteban Moctezuma Barragán, se fundará en el “Acuerdo nacional para una educación con equidad y calidad para el bienestar de todos los mexicanos”, que resultará de la consulta nacional, “Educación para el bienestar”, que comenzó ayer en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Se pusieron sobre la mesa varias cartas que permiten ver por dónde le gustaría navegar al próximo gobierno; aunque, como se sabe, el sendero político no se traza con gustos y afanes nada más. Se requieren instrumentos políticos. En la consulta van a brotar al por mayor.
Observé en la sesión de ayer juegos de relaciones de poder no por completo opuestas, pero sí divergentes. AMLO dictó la línea; habrá un diálogo permanente, no sólo para la construcción del plan; habrá cambios, pero también cierta permanencia de la Reforma Educativa y, de remate, la CNTE anunció que su lucha no se acaba.
Los puntos sobre las íes. AMLO fue enfático: “Vamos a cumplir por convicción, por principios, cero autoritarismo, cero represión”. Inculpó al gobierno actual de montar una campaña de desprestigio contra los docentes y de reprimirlos. Continuó: “El gobierno democrático va a respetar a los maestros, nunca se va a desprestigiar al maestro. No se va a implementar una campaña en contra de los maestros”. Pero de inmediato puso la condición: “¿Qué les pido a los maestros de México? Que se haga el compromiso de cumplir con su deber, con su responsabilidad: cero ausentismo”. Descubrió a los maestros mochileros (adjetivo peyorativo que los buenos docentes ponen a los absentistas). AMLO precisó: “Acabo de estar en una comunidad de Palenque… hablando con la gente, me presentaron la demanda, la queja de que se ausentaban mucho los maestros, que cuando llegaban a dar clases, llegaban los martes y se retiraban el jueves, ya no queremos esa semana escolar” (Excélsior, 28/08/2018). Coligo que tampoco huelgas ni paros.
Esa declaración fue en territorio de la CNTE, ergo, los destinatarios fueron los maestros de la Coordinadora.
Interlocución constante. EMB no clausuró el primer foro de consulta para el nuevo plan. Inauguró un coloquio incesante por seis y medio años con los actores de la educación. No escuché muchas referencias a los padres de familia y menos a las organizaciones de la sociedad civil, aunque EMB expresó que, cuando los adultos riñen, los niños son los perjudicados. Lo dijo en la Universidad Autónoma de Chiapas y en un auditorio poblado por maestros de la CNTE, ergo, los destinatarios fueron los educadores disidentes, en principio.
Qué sí y qué no. Esto no es producto de la consulta, sino de una charla que sostuve con mi amigo Marco Aurelio Navarro. La educación escolarizada es un aparato muy estable, difícil de mover. La resistencia a la reforma —incluso con acciones violentas— fue sólo una manifestación de la persistencia cultural. Las demandas de los maestros, en buena medida, implican retroceder a antes del 1 de diciembre de 2012. Sin embargo, no todo puede revocarse. Intuimos que no regresará la herencia ni la venta de plazas, no se acabarán los concursos para ingreso, aunque sí se mitigará el peso de la evaluación del desempeño docente. También es posible que regrese el monopolio de los egresados de las normales para plazas en primaria y preescolar, pero, en los programas de actualización, las instituciones de educación superior seguirán representando un papel importante. Dudamos que se dé marcha atrás en aparatos de control burocrático, como el Sistema nacional de información y gestión educativa y el Fondo de Aportaciones de Nómina Educativa y Gasto Operativo.
En pie de lucha. Al final del primer acto de consulta, un grupo numeroso de maestros de la CNTE chiapaneca, de pie y con el puño izquierdo en alto, cantaron Venceremos, el himno que compusieron los seguidores de Salvador Allende tras el golpe de Estado de Pinochet. La CNTE lo hizo suyo. Es su canto de batalla. El mensaje: no nos rendimos, queremos que se abrogue por completo la Reforma Educativa.
La contienda por la educación es perenne. En la consulta se manifestarán, sobre todo, voces afines a Morena y a AMLO, distintas demandas se harán escuchar por otros medios. La deliberación apenas comienza.