No mucho, pero algunas cuestiones se aclararon en la reunión sostenida entre los rectores y directivos agrupados en la ANUIES con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Como se recordará, la asociación aprobó a finales del año pasado el documento “Visión y acción 2030. Propuesta de la ANUIES para renovar la educación superior de México” para presentar, a los contendientes en la campaña presidencial, el punto de vista de la organización sobre los problemas que debe sortear el sistema para mejorar su cobertura social, la calidad y pertinencia de la formación profesional y de posgrado, así como construir nuevos vínculos con el entorno económico y social del país y sus regiones.
A la reunión con los candidatos (3 y 4 de mayo de 2018) no acudió López Obrador. No obstante, se le hizo llegar el documento y quedó pendiente una reunión para el intercambio de ideas. Esta se llevó a cabo el pasado 15 de agosto y fue convocada como sesión extraordinaria de la Asamblea General de la asociación. Acompañaron al presidente electo Esteban Moctezuma Barragán, probable secretario de Educación Pública del próximo gobierno, Luciano Concheiro Bórquez, encargado de educación superior en el equipo de transición y posible subsecretario, Juan Ramón Flores, jefe de asesores de Esteban Moctezuma, y otros invitados.
A diferencia de la reunión con candidatos, esta vez se evitó el acceso a la prensa, aunque algunos aspectos de su contenido han trascendido al público por entrevistas y declaraciones de los rectores con posterioridad al evento. En las notas de prensa que han circulado en estos días se basa el presente comentario.
En primer lugar, todo indica que el tono general de la reunión fue cordial. Según reporteros de La Jornada, López Obrador declaró, al término de la sesión, que “hubo un buen entendimiento tanto con las universidades públicas como privadas”, y habría asegurado que “se trató de un buen diálogo” (nota de Laura Poy y Emir Olivares, La Jornada, 15 de agosto 2018). Algunos de los rectores entrevistados corroboran tal percepción. Por ejemplo, José Andrés Suárez Fernández, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, confirmó que “fue una reunión muy agradable, amigable, entre los rectores y directores de educación superior; se habló del futuro de la educación superior en México, donde la estrategia será mantener una educación superior de calidad con cobertura suficiente” (nota de Ambrosio López Gutiérrez, Hoy Tamaulipas, 20 de agosto 2018).
La representación de ANUIES presentó una síntesis de su documento enfatizando la necesidad de una estrategia integral que atienda, simultáneamente, los retos de cobertura, desigualdad de oportunidades de acceso, calidad de los servicios de docencia, investigación y extensión, y renovación normativa y organizativa del sistema. Según el reporte del diario Reforma, el Secretario General Ejecutivo de ANUIES, Jaime Valls Esponda, afirmó “Ampliar la matrícula nunca será suficiente frente a la inequidad. Debemos comprometernos también con la calidad en la formación de mejores estudiantes e investigadores y en imbuirles un claro compromiso social” (Reforma, 16 de agosto 2018).
El señalamiento de Valls coincidió con el punto de vista de López Obrador al respecto, quien habría enfatizado la importancia de encontrar un adecuado equilibrio entre las metas de cobertura y calidad que también están presentes en las preocupaciones del gobierno entrante. Según información de El Universal, el presidente electo señaló “Mi planteamiento es buscar el equilibrio, necesitamos la calidad, pero también necesitamos la cobertura, sí queremos una educación de calidad con excelencia, pero también queremos que no tengamos una educación excluyente, la educación no es un privilegio, la educación es un derecho del pueblo” (nota de Misael Zavala y Teresa Moreno, El Universal, 15 de agosto 2018).
Además de Valls, intervinieron en la sesión varios rectores y directivos de las IES afiliadas. El presidente en turno de la asamblea, Mario Alberto Rodríguez Casas, titular del Politécnico Nacional, dijo en sus palabras de bienvenida que es momento de “reiterar el compromiso que han hecho las Instituciones de Educación Superior para redoblar esfuerzos que consoliden la Cuarta Transformación de la Nación”, y por lo tanto “es prioridad establecer una agenda de los grandes problemas nacionales para la búsqueda de respuestas endógenas que requieren de la aplicación del conocimiento.” (ANUIES, nota informativa, 15 de agosto 2018).
También tomaron la palabra Rogelio Garza Rivera, rector de la UANL, sobre el tema de responsabilidad social universitaria; Mirna Alejandra Manzanilla Romero, directora del Instituto Tecnológico de Mérida, que se refirió a los retos del sector educativo tecnológico; Emilio José Baños Ardavín, rector de la UPAEP, a nombre de las universidades privadas; y Juan Méndez Nonell, director del Centro de Investigación en Materiales Avanzados, que se refirió a la importancia de impulsar la investigación científica en el país y a la necesidad de atender los requerimientos de las instituciones que la impulsan.
Entre las propuestas que llamaron la atención al equipo de colaboradores de López Obrador, sobresale la de la maestra Manzanilla Romero de aprovechar los programas de vinculación de los institutos tecnológicos (modelo de educación dual) para articular el proyecto de becas destinadas a jóvenes en la doble vertiente de apoyos para estudio o inserción laboral.
Pero quizás lo más sobresaliente de la reunión fue el compromiso establecido por López Obrador de que el próximo presupuesto para educación superior conserve el nivel alcanzado el año previo y se ajuste a conforme al dato anual de la inflación. Mantener el mismo techo presupuestal que en 2018 puede resultar muy problemático para emprender medidas institucionales orientadas al objetivo de ampliar cobertura y mejorar calidad, sobre todo si se tiene presente que, en los últimos años del sexenio por concluir, se limitaron severamente los fondos extraordinarios para estos propósitos. Ampliar el cupo de las universidades y desarrollar fórmulas auténticas de innovación es imposible si no se cuenta con los recursos indispensables para ello.
Al término de la reunión se abrió, sin embargo, una posibilidad. El presidente electo anunció que, en los próximos meses, buscará suscribir un acuerdo con el sector universitario, que incluya a las IES públicas y particulares, con el propósito de conciliar una estrategia común. Si tal acuerdo o pacto se acompaña de nuevos compromisos financieros puede abrirse el camino hacia la transformación del sistema. Y si no, a ver cómo.