El plagio académico representa, sin duda, uno de los principales obstáculos y problemas que enfrentan las comunidades educativas. Su erradicación y prevención se ha tornado complicado, debido a la sobreinformación a la que se enfrentan evaluadores, profesores y autoridades educativas.
Según Héctor Vera Martínez, investigador del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, explica que a pesar de que cada vez existen mayores indicios de una recurrente práctica de plagio académico en México, hay un profundo vacío legal
, dentro y fuera del ámbito, por lo que las sanciones prácticamente no existen.
Durante una entrevista realizada para el diario La Jornada, Héctor Vera dijo que esta práctica se da en todos los niveles, desde estudiantes y tesistas, hasta profesores e investigadores, tanto de instituciones educativas privadas como públicas, grandes o pequeñas, reconocidas o no.
Incluso, señaló que editores de revistas científicas, ubicadas dentro del catálogo de excelencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), han revelado que rechazan un porcentaje importante
de textos.
Desde que llegan (los artículos) los pasamos por el software de identificación de plagio y se observa que tienen una cantidad enorme de contenido que es copia.
Un estudio realizado por Turnitin -una empresa que ofrece servicios para la mitigación de riesgo institucional y del plagio académico y profesional-, señala que 12% de los trabajos académicos realizados por estudiantes de nivel medio superior y superior, tienen grandes problemas de plagio y material no original.
Los estudios, explica Raquel Villareal, gerente de mercadotecnia para América Latina de Turintin; comprobaron que estas prácticas deshonestas no tienen que ver con regiones específicas del planeta, sino con una conducta habitual entre los jóvenes que tienen acceso a la web y a cualquier dispositivo digital, ya que tienen la información inmediata, no citan adecuadamente sus fuentes y se limitan sólo al copy-paste.
En entrevista para Educación Futura, puntualiza que las herramientas digitales deben responder a las necesidades de las instituciones y docentes, pero sobre todo de los alumnos que requieren ser conducidos para que aprendan a aplicar de una manera creativa su curiosidad para la investigación, el pensamiento crítico y ser más asertivos en su comunicación.
De esta forma los jóvenes dejarán atrás los viejos y malos hábitos de copiar y pegar y podrán estar seguros que su esfuerzo será recompensado con la retroalimentación y podrán corregir sus trabajos, mejorarlos y entregarlos.
El uso de Turnitin, agrega, ha sido benéfico para las escuelas mexicanas que disminuyeron la escritura poco original pues durante seis años en los que se analizaron 23 instituciones educativas de nivel secundaria y superior notaron que las coincidencias de los trabajos resultaron de al menos el 50% de contenido de las bases de datos de Turnitin, es decir que no eran de escritura original. Después de usar la herramienta, el nivel de copia disminuyó 41.9% y el personal docente afirmó que el tiempo que dedicaban a calificar se redujo en un 31% en comparación con métodos anteriores como papel y lápiz, ya que las entregas electrónicas ayudan a que haya menos errores y más transparencia.