A finales de la década de los noventa y los primeros años del dos mil, Finlandia se convirtió en el modelo de país a imitar en educación, ellos se propusieron ser el primer lugar en la evaluación PISA que aplica la OCDE y lo lograron, ¿qué hicieron? Transformaron en serio su sistema educativo, dándole poder a los docentes e importancia y validez a sus propuestas. Finlandia nos queda muy lejos no sólo geográfica también cultural y políticamente.
Desde el año 2000 la OCDE se ha encargado de regular el sistema educativo, en nuestro país, los contenidos de la reforma tienen en el centro sus recomendaciones, el colocar a la evaluación punitiva del desempeño docente como centro del modelo y la reforma educativa mexicana es una extensión acrítica de la OCDE, en donde se atraviesan las aspiraciones empresariales de Mexicanos primero, organismo que de la noche a la mañana se ha convertido en el vocero oficial y generador de políticas educativas para la SEP.
Existe un ejercicio académico llamado educación comparada o pedagogía comparada, la cual se trata a partir de la generación de algunos indicadores de llevar a cabo contrastes entre países ubicados en la misma región o por algunos rubros, por ejemplo financiamiento, formación de docentes, aprendizajes esperados, organización escolar, rezagos, participación social, etc.
Para el caso de América latina se han creado algunos organismos de cooperación, de generación e intercambio de conocimientos sobre todo en la parte sur del continente, como es el PREAL, la oficina de la UNESCO para asuntos educativos en América latina, el SITEAL, etc. Vista así las cosas, el primer reconocimiento es que el movimiento de reforma educativa es una iniciativa global, lo que cambia son algunos de sus contenidos y sobre todo en sus procedimientos en cuanto a la comparación con los países de la región.
Para el caso mexicano se le ha dado un especial protagonismo a la evaluación centrada casi exclusivamente en el trabajo de los docentes y directivos de educación básica y media superior, han quedado de lado asuntos vinculados con otros rubros, como el contexto social en el que se ubica la escuela, la gestión de los funcionarios, el financiamiento, las políticas públicas, etc., en otros países la evaluación es un componente más a reformarse, aquí pareciera que es el único.
La gran diferencia que existe en el proceso e implementación de la reforma educativa mexicana con el resto de los pasos de la región, es que allá le dan mayor peso a los consejos de escuela, se respetan las propuestas e iniciativas surgidas desde los docentes, los investigadores son invitados con cierto nivel de protagonismo y los funcionarios sólo ejecutan lo que otros proponen y consensan. Aquí no, pareciera que aquí todo se realiza en forma inversa, pareciera que vivimos en el mundo al revés. Aquí los funcionarios y burócratas sin autoridad académica, ni capacidad pedagógica tienden a imponer su visión de las cosas, la reforma no se negocia se impone, sin considerar opiniones en discrepancia, contextos desfavorables e incluso ignorado la propia historia en la implementación de reformas educativas en nuestro país, e ignorando también todos los modelos y dispositivos de evaluación y las implicaciones sociales en su uso. Se pretende inaugurar nuevos procedimientos para asegurar el fracaso de una iniciativa inviable y poco pertinente en la forma y en el contenido dirigida a niños, niños y docentes en todo México.
Otra discrepancia de fondo es el manejo y la admisntracion de los tiempos, aquí todo se mide sexenalmente y bajo un criterio político, allá los tiempos educativos se miden de distinta manera, la prisa se administra de forma diferente dando prioridad a las demandas y necesidades sociales manifestadas desde los docentes y no a capricho por o de la racionalidad de políticos.
Por último el factor más importante en la comparación de los cursos de acción de las reformas educativas es el papel y la figura del educador, la actual iniciativa de reforma educativa en México tiende a desplazar a los educadores, sin darles voz, mucho menos voto, el valor de la experiencia y las propuestas surgidas desde el conocimiento de las escuelas, los niños y las niñas y el contexto en donde éstos y éstas se desenvuelven, no valen ante los ojos del capataz y administrador que despacha en las oficinas de la SEP, pero no sólo eso, a los docentes sr les considera desprovistos de intelectualidad, de valores pedagógicos y de capacidad para armar una propuesta seria en el abordaje educativo para nuestro país.
En otros países los educadores son intelectuales orgánicos y dueños de las decisiones educativas y en donde también comparten sus saberes con la comunidad social y con los funcionarios civiles, con la finalidad de llegar a acuerdos sólidos para sacar adelante proyectos específicos de mejoras educativas.
Es lamentable como en México la actual camarilla actualmente en el poder, se niega a aprender de las lecciones propias y de las ajenas, siguen aferrados como lo caballos a los que se les que se les ha tapado parte de los ojos, para que miren sólo hacia adelante, sin ejercer una vista periférica y considerar todo el contexto que está al rededor. La reforma educativa de México, requiere una mirada periférica, que le permita que le permita a sus impulsores mirar lo que se hace en otros lugares, a partir de otras iniciativas, y reconocer de manera significativa que en los espacios más distantes al núcleo del poder se tejen propuestas valiosas que son dignas de mirarse y de ser escuchadas, propuestas ligadas a la innovación, a un nuevo estilo de gestión en el trabajo con la comunidad, a facilitar los aprendizajes de niños y niñas, y a luchar por la defensa de la escuela pública, etc.
*Profesor-investigador de la Unidad Guadalajara de la UPN.