La presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes, aseguró que en los próximos días se presentarán diversas modificaciones a las evaluaciones docentes, las cuales, atienden las múltiples inconformidades de los profesores ante estos procesos.
Durante su participación en la mesa de debate “El Servicio Profesional Docente: procesos de ingreso, promoción y permanencia”, durante el foro “A tres años de la Reforma en materia educativa”, organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, señaló que estas modificaciones no requieren modificaciones a la ley, por lo que se replanteará su forma de desarrollo.
El INEE replanteará la evaluación de desempeño; recuperará aquello que funciona bien y modificará aquello que no cumple con la satisfacción de los maestros. Todas estas modificaciones no requieren adecuaciones a la ley.
En este sentido, reconoció que estos procesos de evaluación, los primeros en el marco de la reforma educativa, presentaron diversos problemas técnicos y de aplicación: fallas en los sistemas de cómputo, periodicidad muy frecuente entre los procesos de evaluación, alta exigencia en la elaboración de instrumentos, problemas en entrega de claves, presencia policiaca, instrumentos de evaluación que no cumplieron con la confiabilidad técnica, entre otros; las cuales “no se pudieron corregir por falta de tiempo”.
Finalmente, aclaró que el INEE no elabora los instrumentos de evaluación, pues su trabajo solo es validar parámetros e indicadores, así como emitir lineamientos y criterios técnicos de evaluación.
Por su parte, Ángel Díaz Barriga, Investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, considera que el INEE ha perdido autonomía frente a los procesos de evaluación presentes, y con ello, “se ha lavado las manos de su responsabilidad frente al descontento docente.
Advirtió que con estos ejercicios, las autoridades educativas tratan de “medir con la misma vara a una serie de sujetos en condiciones desiguales en su entorno de trabajo”.
Ante ello, lamenta que a los funcionarios les cueste mucho trabajo reconocer que las evaluaciones tenían deficiencias, pues “no fue hasta el 14 de julio que el secretario Aurelio Nuño dijo que los procesos fueron poco justos y pertinentes, y que en 45 días habría un nuevo proceso de evaluación”.
Por último, Guadalupe García Justiniani, Supervisora de educación preescolar de Baja California, señaló que los proceso de evaluación han generado gran estrés y preocupación entre los docentes.
Explicó que entre la comunidad magisterial, se han desarrollado estados de incertidumbre y enojo por las diversas problemáticas generadas en los procesos, así como por las consecuencias que la evaluación genera.
A los maestros nos han subestimado. Un proceso de evaluación no puede reflejar la idoneidad de los profesores para estar frente a clases; es un proceso donde existen muchas desigualdades.
Para finalizar, recalcó que la evaluación ha resultado un verdadero calvario, pues “existen maestros excelentes, pero por las deficiencias que existieron, los maestros destacados han tenido resultados deficientes, lo que resulta completamente injusto.