En el nuevo modelo educativo presentado por el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, no se ve un entusiasmo real por querer transformar la educación en nuestro país, pues sus propuestas carecen de elementos pedagógicos que ayudarían a su mejora.
Esto lo señaló Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México y Director Académico de Educación Futura durante su participación en el Foro “La transformación educativa necesaria: debates desde la investigación educativa”, organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE).
Ante ello, Gil Antón afirmó que la educación es un fenómeno social y no una ciencia exacta, por lo que se deben estudiar y aplicar diversas técnicas y teorías que ayuden a mejorarla.
En este sentido, explicó que a partir de la investigación en la materia, se deben desarrollar las políticas educativas, sin embargo, advierte que esto aún no sucede en nuestro país.
“La ética de la investigación educativa es incompatible con la ética de la política”, advirtió.
Finalmente, señaló que lo peor que le puede pasar a la educación mexicana es pensar que “aquel que sabe hacer política, pretenda saber de educación. Son destrezas muy diferentes.”
“La investigación debe generar un análisis crítico de los fenómenos educativos y la política debe generar posibilidades de cambio. Eso aún no pasa”, concluye.
Por su parte, Hugo Casanova, investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, advierte que el gobierno federal culpa a los maestros, en especial la disidencia, de los problemas educativos del país.
Sin embargo, agrega, el problema va más allá de la CNTE, pues han demostrado una gran ineficiencia y desprecio hacia la sociedad, el presente y el futuro.
Respecto al modelo educativo, señaló que al analizarlo se encuentran grandes deficiencias en términos de contenido pedagógico, “sin ideas claras, objetivos opacos y sin propósitos bien definidos.
Mientras tanto, Francisco Miranda, titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del INEE, pidió revisar a fondo el nuevo modelo educativo y eliminar los grandes vacíos donde excluyen a grandes minorías y sectores más vulnerables.
“Un ejemplo de ello son las escuelas multigrado, las cuales no deberían de existir, y que en ningún momento abordan los documentos las formas en que ayudan a mejorarlas. Existe un gran histórico de exclusión”, advierte.
Por último, Gloria del Castillo, investigadora de FLACSO México, dijo que este nuevo modelo tiene un bajo componente pedagógico, así como toda la reforma educativa.
Finalmente, exhortó a las autoridades a hacer un uso correcto de las diversas evaluaciones educativas, para crear políticas públicas que vayan acorde a las necesidades del país.