Detrás de este caos aparente, hay un verdadero desmadre.
Anónimo
Trato de encontrarle lógica a la trama que acorrala a la Reforma Educativa del gobierno de Peña Nieto. Tal vez sea trabajo para un titán, el cosmos está enredado. Me aventuro a echar piales para ver si capturo algo:
1. El Pacto por México fue un buen comienzo. Mostró a un Presidente porfiado, capaz de hacer alianzas con sus adversarios. Gracias a ese convenio, el Congreso procesó —fast track— la enmienda constitucional y las leyes General del Servicio Profesional Docente y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.
2. El gobierno frenó —ipso facto— a la oposición que enarbolaba la camarilla dominante en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación: puso tras las rejas a Elba Esther Gordillo.
3. Pero descuidó el flanco izquierdo. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación tomó la bandera opositora con lenguaje agresivo y acciones violentas.
4. El gobierno no tenía una tecnología del poder para ese tipo de oposición. Recurrió a las viejas artimañas del PRI con afán de cooptar a los líderes y conseguir cierta paz: ofrecer canonjías.
5. Para ello, indicó a la CNTE que había que negociar en la Secretaría de Gobernación. La Coordinadora hizo su agosto por dos años. El subsecretario Luis Enrique Miranda les concedió lo que pedían. Pero no hubo paz, sólo obtuvo que creciera el apetito de los disidentes.
6. El asunto se explica: José Murat era asesor del subsecretario Miranda.
7. El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, amenazaba a la CNTE con sanciones, pero no podía cumplir. Hasta julio de 2015, cuando el Presidente le hizo caso y “reconquistó” el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca.
8. Para Chuayffet ya era tarde. La Oficina de la Presidencia y la Segob organizaron una “conjura” —el argumento es de Ricardo Alemán— para desfondar a la SEP. Se fue Chuayffet, llegó Aurelio Nuño.
9. Nuño refrendó el discurso agresivo de Chuayffet. Cierto, trataba de discriminar a los buenos de los malos maestros, pero no le alcanzó el verbo. Parecía que deseaba enfrentar a todo el magisterio.
10. De julio de 2015 hasta mediados de junio de 2016, fueron tiempos de cosecha. La actitud firme del secretario Nuño le ganó simpatías en otros sectores. Andaba a mil por hora, todos los días pillaba cabezas de los periódicos. Sí la va a hacer, comentaban los optimistas. Tenía el apoyo del Presidente, siete puntos de anclaje y la bendición de la OCDE. Era el único del equipo de EPN que respondía a Andrés Manuel López Obrador. Va en caballo de hacienda por la candidatura presidencial, decían sus fans.
11. El secretario Nuño retrasó la presentación del nuevo modelo educativo para su discusión nacional. Quizás esperaba el mejor momento, que nunca vino.
12. También adelantó que pronto daría otros golpes a la CNTE: la reestructuración de las secretarías de Educación de Chiapas y Michoacán, al estilo del IEEPO. Eliminó el factor sorpresa.
13. La Policía Federal apresó a los líderes de la Sección 22, de Oaxaca, Rubén Núñez y Francisco Villalobos. Tal vez el gobierno preveía que habría cierta agudización de la protesta, pero sería de corto plazo. La SEP ya tiene mecanismos punitivos: descuentos y despidos.
14. Llegó la mañana dolorida del 19 de junio en Nochixtlán. El cosmos se puso de cabeza.
15. Tras un año de decir no, el gobierno dijo sí al diálogo que le exigía la CNTE. Otra vez a la Segob. Pero con más beligerancia, marchas, bloqueos de carreteras, tomas de edificios públicos y demás cosas que saben hacer muy bien los disidentes.
16. El 5 de julio el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró: “El gobierno de la República asumió su doble responsabilidad, la de distender, garantizando la libre manifestación, pero resguardando los derechos de terceros”. ¿De cuáles terceros? La CNTE varió sus tácticas, hoy urde una guerra económica contra la población.
17. El presidente Peña Nieto expresó: “En el conflicto detonado por la oposición a la Reforma Educativa, el único límite será el diálogo y la búsqueda de acuerdos para una solución pacífica”. ¿Qué pretendería decir con “el único límite”?
18. El SNTE, con Juan Díaz de la Torre a la cabeza, regresó a la SEP por sus fueros. La CNTE no quiere que pase.
Gobierno, SEP, CNTE, SNTE bailan a un ritmo que va más allá del caos. Encontrarle lógica acaso sea una ilusión, aunque el modelo educativo que presentó el secretario Nuño ofrezca pistas.