El nacimiento de este nuevo siglo nos invitó a la planeación de nuevos horizontes y perspectivas que toda persona, empresa, institución y estado requieren vislumbrar a fin de no ser sorprendidos en el futuro; los retos que esperan a la humanidad empiezan a navegar en la sociedad como lo vemos en la actualidad y en la llamada globalización en donde la desigualdad de oportunidades es constante ya que los pueblos de escasos recursos económicos, tecnológicos, culturales e intelectuales, se encuentran en circunstancias adversas al no poder competir en igualdad de condiciones con el mercado local, nacional y mundial; los grandes capitales se apoderan de la diversidad de consumidores, los estragos ambientales son inevitables por los abusos del hombre, las manchas de concreto cada vez son mas grandes, los valores universales se encuentran divagados y el hombre en su intimidad se encuentra en la oscuridad.
¿Pero qué tiene que ver con todo ello la educación? Lo mas importante en la vida de una nación, la formación de hombres que el día de mañana puedan contribuir a nivelar las condiciones humanas para convivir en un ambiente sano, de justicia y prosperidad; la educación ondea en todo su esplendor como la única bandera capaz de rescatar el caos que se pudiera desatar ante las grandes problemáticas que por doquier vemos; y ante ello quien juega un papel trascendental en esa labor interminable son los maestros; pilar primordial en la vida y progreso de la humanidad.
Si buscamos la definición de la palabra maestro en el diccionario encontraremos en términos generales que es la persona que tiene una cierta sabiduría o conocimientos sobre una ciencia, arte o materia y a la vez la habilidad certera para enseñarla a sus semejantes; si buscamos los sinónimos de la palabra maestro encontraremos los siguientes: educador, instructor, profesor, orientador, constructor, guía o compositor entre otros, pero nos queda claro que el termino puede diferir pero el objetivo siempre será el mismo; enseñar a sus alumnos.
El maestro es el guía y conductor, es quien ayuda a construir y dar forma a la más grande obra de la naturaleza: el ser humano.
Hablando del educador y profesor, es quien por vocación dedica gran parte de su vida a la enseñanza académica y escolar, donde congregado con sus alumnos que se reúnen día con día en el salón escolar para compartir los conocimientos teóricos y aprender así a cultivar la creatividad, participación, dinamismo, ética y sobre todo la formación de buenos hábitos que despierten en el alumno el deseo de superación humana, intelectual, tecnológica y cultural, sea en el nivel que sea.
Bien sabemos que las maestras y maestros poseen ciertas características que no podemos olvidar, ellos tiene una presencia física y autoridad moral que impone respeto dentro y fuera del salón escolar; así como una mente privilegiada que les permite el dominio de su materia y una mejor claridad de ideas que, en combinación con el arte de la palabra hablada, enaltecen y embellecen el principio de su quehacer magistral: el arte de enseñar, la transmisión de conocimientos con una postura que se yergue como el roble, como una estatua monumental con vida y voz colocada frente a su auditorio ansioso y anhelante de escuchar los mas sabios preceptos y conceptos, ahí se encuentran los maestros frente a sus alumnos y frente a los hombres que forma en cada día de enseñanza.
Maestros ilustres ¿En dónde se encuentran? La nación los necesita, la historia los coloca al frente en todos los escenarios y hoy no son la excepción, ustedes nos han formado y han contribuido a lo que hoy es nuestra nación, en cada rincón de nuestra tierra se encuentra un sembrador de hombres y es preciso que sus frutos se cosechen para bien de nuestra sociedad. A las maestras y maestros se le debe valorar en toda su magnitud y en todos los rincones de la tierra; ellos no deben ser lo que algunos medios han difundido por culpa de unos cuantos; ellos significan más de lo que realmente vemos, pues son como los arquitectos de la nación.
Es válido preguntarnos si los maestros de nuestro presente son iguales a los del ayer, si se encuentran en las mismas circunstancias, si sus alumnos son semejantes a los de hace algunos años o incluso si hay factores nuevos que obstaculizan o contribuyen en su labor; si se dedican a la docencia por convicción o conveniencia, si son bien retribuido en sus condiciones laborales y si se entregan de corazón a su compromiso con la nación. Cuestiones necesarias para reflexionar acerca del reto actual de los maestros, pues ellos no elaboran productos construye pueblos formando hombres.
No todo esta perdido, levantemos la mirada, busquemos y escuchemos a los verdaderos maestros, veamos en ellos, a los amigos que gustosos comparten sus conocimientos, experiencias y compromiso para contribuir a la construcción de una mejor nación.
Estudiante de Maestría en UAM-X
miangaca@hotmail.com