La reforma educativa “afecta directamente la base estructural del funcionamiento escolar “; las reacciones del magisterio “son naturales” y la reforma es educativa, pero sin duda es también laboral y politica. Estas son las ideas coincidentes en la primera mesa de debate del seminario internacional Reforma Educativa, ¿Qué está transformando? organizado por FLACSO y que contó hoy con la participación de Inés Aguerrondo, Alberto Arnaut, María del Carmen Pardo y Claudia Santizo. Inés Aguerrondo, de la Universidad Católica de Argentina, hizo énfasis en la idea de que el desacuerdo del magisterio ante los cambios constitucionales es debido a que las reformas y se enfrentan, al mismo tiempo, “distintas concepciones [sobre] qué es ser docente”. Las reacciones “fueron naturales” y la reforma educativa es, también, “laboral y política”. María del Carmen Pardo, académica de El Colegio de México, aseguró que el “fracaso de las reformas, era previsible”, pues “cuando se generan grandes cambios se generan grandes problemas” y opina que las reformas “tendrían que discutirse con la opinión pública”.
Alberto Arnaut, de El Colegio de México, hizo referencia al clásico del western “el bueno, el malo y el feo”, para diagnosticar los puntos que ve positivos, negativos y terribles de los cambios constitucionales de una, en su opinión, “reforma inconclusa” que, en general, en el marco de la Ley General de Servicio Profesional Docente (LGSPD): “afecta el ingreso, la permanencia, la movilidad y el reconocimiento a los profesores”. Ve positivo el paso a la definitividad a través de la ley, lo negativo es que son más visibles las normas punitivas que las que generen “reconocimiento y desarrollo de los maestros” y apunta que ha sido terrible “el discurso mediático que degrada a la escuela pública y a los maestros”.