Los Docentes son personajes claves en el proceso educativo, pero no son su epicentro. Lo es el alumno. Lo es la persona.
Durante muchos años, el sistema educativo giraba en torno a los docentes, por ello, la Carrera Magisterial se diseñó para alcanzar mejoras salariales a través de cursos, años de servicios o actividades extra.
Vaya, la educación se medía a través de la Enseñanza, no del Aprendizaje.
La mejora salarial de los profesores es algo muy deseable, pero debe contribuir a dos objetivos: alentar su profesionalización y -lo más importante- que sus alumnos se beneficien, aprendan. Los estímulos deben alinearse así.
Durante los primeros lustros de este siglo se fueron rompiendo algunos paradigmas. Pero no todos, o no del todo.
Debemos contribuir a cuidar la imagen del docente. Más de un millón se esfuerza diariamente en cumplir con su vocación: abrir la curiosidad de sus alumnos e invitarlos a buscar respuestas y seguir formulando preguntas. En ayudarlos a ser personas de bien, útiles a su comunidad.
Hoy, el éxito en la vida es un conjunto de logros. Cada vez más se reconoce la importancia de habilidades, tan o más importantes que el conocimiento: el sentido de responsabilidad, capacidad de trabajar en equipo, el respeto a la legalidad, la creatividad, la iniciativa, el servicio, la empatía.
Por ello, son de reconocerse los esfuerzos de las autoridades y la comunidad escolar en mejorar, pero falta un “detallito” sumamente significativo.
Si ya se ha logrado que, sin restar importancia a su vital función, los docentes dejen de ser el epicentro de la Educación, sorprende ver que la SEP lance una estrategia llamada Escuela al Centro.
Es importante ponernos de acuerdo en algunos conceptos, porque de su definición dependen decisiones y acciones fundamentales. La tarea educativa es transformadora de personas. Si bien es cierto que la Escuela tiene la hermosa característica de ser una Comunidad, su razón de ser es lograr sacar lo mejor de las niñas, niños y jóvenes.
Las ideas se expresan en palabras y éstas son poderosas. No es cosa menor lo alcanzado hasta hoy. La lucha por recuperar el control de la educación, intentar regresarlo a la autoridad y no a los mismos docentes, es importante, y no merma la grandeza de su misión, que siempre debe ser reconocida por todos.
Ojalá nos pusiéramos de acuerdo, desde distintas ideologías y propuestas educativas, en que la razón de ser de todo sistema educativo es precisamente transformar personas, ayudarles a desarrollar todo su potencial, despertar su curiosidad, dotarles de elementos para el aprendizaje, enseñarles a razonar y a buscar respuestas, seguir formulando preguntas, ayudarles a ser personas de provecho para la sociedad en la que viven.
Bien porque en estos dos sexenios se ha movido el centro desde el docente hasta la escuela. Ahora, una vueltecita más. Pongamos las cosas en su lugar. La Educación requiere de todos, pero es para los estudiantes.
La persona al Centro para que mejore la Escuela, la Comunidad y la Patria.
Presidenta Ejecutiva de Suma por la Educación
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