A la universidad hace falta que la dejen en paz, que esté tranquila y se le permita desarrollar su capacidad de autotransformarse y adaptarse a las necesidades que el país requiere, afirmó Roberto Rodríguez, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Rodríguez señaló que estas transformaciones que surgen desde las entrañas de la propia universidad son movimientos óptimos, que permiten generar sus propios procesos y dan mayor certidumbre.
En entrevista con Educación Futura al término de la presentación del libro “La ANUIES y la construcción de políticas de Educación superior 1950-2015″, coordinado por Germán Álvarez Mendiola en la Feria del Libro del Palacio de Minería, Roberto Rodríguez señaló que al darle su propio espacio al desarrollo universitario, se tiene una mayor certidumbre de instituciones más sólidas que no se atienen a la dinámica de la reforma educativa.
Sobre los recortes económicos anunciados por la Secretaría de Hacienda, el académico señaló que este tipo de acciones afectan mucho a las universidades públicas, sobre todo a los rubros de nómina, funciones docentes, investigación y difusión cultural.
Otra repercusión importante, indicó, es el freno a la expansión de la matrícula, una de las principales preocupaciones del sistema educativo.
Finalmente, señaló que uno de los retos principales de la educación superior, en nuestro país, es la constante recreación de sus propios sistemas y la mirada generacional y fresca a los problemas nacionales y su contribución en la solución de los mismos.