No es un secreto que a un gran número de niños y adolescentes no les gusta leer, ya sea en la clase o en su casa. He aquí algunas ideas para motivar a los lectores jóvenes.
- Enfocarse en el ahora
A menudo, los profesores hacen hincapié en la importancia de la lectura diciendo: “la necesitarán para el examen”, o “la necesitarán para la universidad”, o “al llegar al mundo real, necesitarán ser capaces de leer en forma regular”. Bueno, los estudiantes viven en el mundo real en este momento y, en su mayoría, tienen una preocupación real sobre sus vidas, que quieren resolver ahora.
En general los niños y adolescentes desean conocer cómo impacta en su vida el aprendizaje en el momento. Centrarse en el futuro puede conducir a la procrastinación, ya que, para algunos jóvenes, el futuro puede parecer algo muy distante. Además, los profesores pueden perder el enfoque en las necesidades de los estudiantes en el presente.
Podemos hacer que la lectura elegida para toda la clase sea motivadora, en relación al “aquí y ahora”. Es bueno cuestionar a los alumnos para determinar lo que quieren aprender, y seleccionar materiales de lectura alineados con sus intereses. En conjunto es divertido y creativo que los estudiantes hagan presentaciones o parodias de sus materiales de lectura.
- Utilizar textos variados
En algunas escuelas, hay una visión estrecha de lo que constituye la alfabetización. Incluso con la adopción de las normas comunes del Estado, que hacen hincapié en el texto informativo, el foco principal de las clases de secundaria, es a menudo el estudio de la literatura. Los niños participan en muchas otras formas de alfabetización que tradicionalmente no son valorados. Dado que los jóvenes no leen textos literarios, que son muy bien calificados por los profesores, muchos de ellos se clasifican a sí mismos como no lectores, incluso si hacen una lectura amplia en Internet, revistas y periódicos.
Una solución que puede tener enormes efectos positivos sobre la motivación, es la incorporación de la lectura auto seleccionada, como complemento a la lectura asignada en el salón de clase. Dejar que los estudiantes escojan lo que quieren leer de forma individual, ofrece una oportunidad para validar y apoyar la independencia de los muchachos. Una vez que se ha aprendido más sobre las preferencias de lectura de los estudiantes, se pueden encontrar textos con temas o géneros similares, que se pueden incluir en la lista de lectura para toda la clase. También se pueden seleccionar mejor los textos para una biblioteca de aula.
- Prepararlos para el éxito
Los jóvenes necesitan sentir que pueden realizar una tarea con solo intentarlo. Por lo tanto, las metas deben ser percibidas como alcanzables para que los alumnos se sientan competentes. Las actividades más motivadoras ofrecen el éxito y demuestran evidencia de crecimiento.
Las estrategias de escalabilidad individual y diferenciación pueden contribuir a desarrollar un sentido de competencia. Por ejemplo, los estudiantes pueden elegir por sí mismos sus propios niveles lectura en base a factores tales como la familiaridad con el tema, su propósito de lectura y su comprensión. También los estudiantes pueden seleccionar compañeros de lectura y tomar turnos para leer, con frecuencia se pueden detener a discutir la comprensión del texto e iniciar una conversación.
Diferentes estudios demuestran que la lectura por placer es un buen catalizador para obtener logros académicos. Los profesores pueden motivar a sus alumnos por medio de:
- Predicar con el ejemplo: compartir con los estudiantes por lo menos 20 minutos de lectura independiente, también conocida como lectura silenciosa sostenida. Al participar en esta actividad de forma regular, los maestros demuestran que consideran a la lectura como lo suficientemente importante, como para hacer tiempo en una apretada agenda escolar.
- Libertad de elegir: permitir que los estudiantes elijan su propia lectura, siempre que sea apropiada. Para aquellos que se olvidan de sus libros, posibilitar el acceso a revistas o periódicos durante el tiempo de lectura requerida. Se debe considerar permitir a los estudiantes utilizar dispositivos móviles para la lectura.
- Mantenerse informado: los profesores pueden motivar a los estudiantes si están al día en las últimas tendencias de lectura, incluyendo los libros que se utilizan para películas o series exitosas.
- Compartir el entusiasmo: la emoción del docente por un libro puede transferirse a los estudiantes. De esta forma se da a los estudiantes una idea de lo que trata el libro y cuando llegue el momento de elegir un nuevo libro, también se les puede orientar o dar recomendaciones.
- Construir una comunidad en línea: publicar un par de libros para leer en un sitio web e invitar a los jóvenes a participar con comentarios. Conectarse con los autores a través de chats en línea moderados, para que los alumnos puedan preguntar e interactuar. Utilizar las redes sociales para llevar a cabo debates o pláticas sobre las lecturas.
Fuente: Conversaciones GESS