“La Secretaría de Educación Pública sigue operando sin interactuar con los maestros”, opina Imanol Ordorika tras analizar el plan Escuela al Centro, “los seis puntos son, fundamentalmente, de carácter administrativo escolar y no parece haber una lógica enfilada u orientada a mejorar las condiciones de impartición de clases y de formación del magisterio”.
En entrevista con Educación Futura, el integrante del Instituto de Investigaciones Económicas reconoce que entre los puntos propuestos, hay algunos de interés, que tendrán que ser precisados “como por ejemplo, el monto de los recursos que se van a destinar a las escuelas, porque darles la facultad de gestionar recursos sin saber de que tamaños son estos recursos, parece una medida demagógica”.
Desde el punto de vista de Ordorika, los seis puntos propuestos por Nuño demuestran que “siguen sin atender el tema central de un proyecto educativo general”, lo que si ocurrió cuando en la UNAM se elaboraron las 10 propuestas para la educación, presentadas durante la rectoría de Narro, se plantearon acciones que ponían énfasis en el papel que jugaba la escuela en la comunidad, “su papel como articuladora y organizadora de la comunidad, trascendiendo una serie de modificaciones y necesidades educativas para extender los servicios escolares al conjunto de la población”.
Para el doctor en Ciencias Sociales y Educación, por la Universidad de Stanford, prevalece la visión administrativa de las escuelas, comenta que es paradójico querer reducir la burocracia instituyendo dos autoridades burocráticas más, “lo que tenemos aquí es un cambio mas o menos cosmético, cosas que no necesariamente están mal, pero que no son los temas prioritarios para entrar a la discusión que estamos todos esperando del modelo educativo”.
Sobre la falta de interacción con los maestros, el integrante del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, recordó que el programa de la llamada reforma educativa, inició con “acciones de control político, administrativo de los docentes, a través del examen, generó una confrontación y una polarización enorme, prometió avanzar hacia asuntos muchos mas de contenido educativo y de generar espacios para la discusión de estos y ahora nos dan un conjunto de enunciados de orden administrativo que insisto, algunos de ellos pueden estar bien, pero que no se ven enmarcados en un proyecto general del proyecto educativo que se persigue y como se quiere orientar a la educación”.
“Las medidas siguen escondiendo la carencia de un modelo educativo, por parte de la SEP, esto no se ve como encaja en un proyecto de educación, más bien parecería un nuevo enunciado que parece referirse a la llamada reforma educativa, sin que nadie sepa en que etapa del proyecto estamos, porque no se conoce el proyecto general para la transformación de la educación del país”, afirma Ordorika.
Ordorika advierte un desgaste “en términos de los mecanismos autoritarios y de su incapacidad, demostrada con las seis medidas, de establecer un dialogo profundo y acuerdos de transformación con los actores centrales del proceso educativo que son los maestros, en esa lógica de medidas desde arriba, desde la SEP, sin un análisis cuidadoso de su impacto y de sus posibles repercusiones junto a quienes hacen la educación todos los días que son los profesores y las profesoras, pues hace que estas medidas sean enormemente burocráticas, que es lo que supuestamente están destinadas a combatir”.