Encuentro dos significados en el discurso del secretario Nuño: 1) por el contenido del mensaje y, 2) por el o los destinatarios. La pieza del secretario Nuño frente a los industriales tuvo un contenido preciso: fue una advertencia a los maestros disidentes de que la estrategia gubernamental en contra del boicot a la reforma va en serio. Utilizó palabras duras y dijo que se apoyaría en la fuerza pública —como en realidad sucedió— para que en Oaxaca se realizara la evaluación del desempeño docente.
El gobierno está listo para los dos escenarios. Está listo para transitar, si es que quieren (los maestros de la CNTE) seguir por el camino de la confrontación, con un gobierno firme en la aplicación de la ley, ni más ni menos, pero con gran firmeza, pero también está listo para caminar por el sendero del diálogo y que juntos podamos implementar la Reforma Educativa.
Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, en la Reunión Anual de la Concamin.
La táctica del Estado —no sólo del gobierno—, que encabeza el secretario Nuño contra la disidencia magisterial, dejó atrás la negociación en la Secretaría de Gobernación que tantos beneficios le otorgó a la Sección 22 y que tanto le costó al gobierno de Peña Nieto en términos de legitimidad. El proceder del secretario contempla dos frentes: uno físico, el otro simbólico, en lo que Habermas denomina el espacio público.
La lucha por el espacio físico es primordial. Por ello al gobierno no le importó el costo de trasladar a Oaxaca a casi 10 mil policías federales con el fin de “proteger” de sus colegas disidentes a los maestros que se presentarían al examen (que en realidad quisieran hacerlo es otro asunto). Los dirigentes de la S22 estaban dispuestos a impedirlo por todos los medios, en especial con su arma favorita: la movilización y los embates.
La S22 mostró que todavía tiene músculo, que la reconquista del IEEPO por parte del gobierno y el congelamiento de cuentas mermó su poder, pero no lo finiquitó. Aunque tampoco puede movilizar a decenas de miles, como lo hacía hasta hace poco.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación de Oaxaca estaba acostumbrada a ocupar todo el espacio que quisiera y por el tiempo que resolviera, fueran plazas, calles, carreteras o instalaciones. Sus acciones determinaban por dónde podía transitar la gente y los espacios que reservaba para sí. Hoy ya no puede, miles de policías están allí para contener —y prevenir— tales acciones.
La oratoria del secretario Nuño recuerda —aunque no la cite— la máxima de Weber de que sólo el Estado puede hacer uso legítimo de la fuerza. Las acciones policiacas recientes en Oaxaca y de la semana anterior en Michoacán demuestran que el gobierno está dispuesto a imponer lo que manda la Ley General del Servicio Profesional Docente como si con ello se jugara la supervivencia del Estado.
La acción de la policía en Oaxaca el sábado pasado fue consecuente con las palabras de advertencia. El primer destinatario, la dirigencia de la S22 acusó recibo, no logró impedir que se realizara la evaluación, mas entorpeció el examen: casi 40% de los docentes que se habían registrado no se presentaron; algunos tal vez se arrepintieron de haberse inscrito, a otros los frenó el cerco de la disidencia.
En la lucha por el espacio público virtual, el secretario Nuño tiene la iniciativa; le arrebató a la CNTE micrófonos y cámaras que antes nada más ponían atención a sus acciones. Hoy aparece casi a diario en la prensa y los medios, su mensaje es machacón; insiste en el denuedo del gobierno de cumplir la ley. También lo hace para promover su eventual candidatura a la Presidencia, dicen sus críticos.
Sin embargo, los destinatarios principales de su mensaje no son los maestros disidentes. Son los segmentos sociales que se sentían agraviados por las movilizaciones de la CNTE. Los comerciantes que perdían millones, los transportistas, los viajantes, los ciudadanos que alguna vez se sintieron atrapados en el tráfico de la ciudad o la carretera y, en especial, los padres de los niños que se veían afectados por paros y huelgas.
A fe mía que la manifestación de la fuerza del Estado y la recuperación del espacio físico son requisitos para ganar credibilidad en la zona simbólica. Parece ser que el gobierno busca legitimarse, primero, ante la opinión pública; la legitimación ante los maestros es secundaria.
RETAZOS
El domingo murió el papá de Patricia Alfaro Moctezuma, rectora del campus Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana. Mi más sentido pésame.