Enfrentando clientes escépticos, el decline en la matrícula, un modelo anticuado financiero que produce hemorragia de dinero y una nueva generación de jóvenes compitiendo a bajo costo, han provocado que algunas universidades en los Estados Unidos estén cambiando el rumbo hacia el tomado por la industria de la música y el periodismo.
El predicamento se ha vuelto tan grave que analistas financieros y agencias reguladoras, han comenzando a llamar la atención que muchas universidades podrían cerrar.
Causado por la baja en la matrícula y que las familias se han vuelto más sensibles a los precios, las escuelas han buscado la manera de generar descuentos para atraer estudiantes y a pesar de los esfuerzos, que en algunos casos han logrado incrementar más rápido que la inflación, muchas escuelas se están quedando atrás.
Más de 150 universidades han reprobado sus calificaciones en un estudio de estabilidad económica realizado por el Departamento de Educación estadounidense, realizado este año. Muchas han cerrado, incluyendo: Saint Paul’s College en Virginia, Lon Morris College en Texas, Atlantic Union College en Massachusetts, Chester College en New Hampshire, y Chancellor University en Ohio. Algunas de las anteriores se encuentran en bancarrota.
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