Distintas secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se manifestaron en varias ciudades del país con el mismo reclamo: el rechazo a la reforma educativa y la misma amenaza: no iniciar clases el 24 de agosto. La escasa participación fue la constante.
En la Ciudad de México, la marcha de la Sección 9, con menos de mil personas, ocupó la Avenida Paseo de la Reforma. Su líder Enrique Enriquez aseguró que entre sus demandas ya no está la mesa de negociación pues ya entendieron que no es una opción. Explicó que la decisión de no iniciar clases se tomará en asambleas estatales el 22 de agosto.
En Oaxaca las y los integrantes de la Sección 22 marcharon hacia el Zócalo de esa ciudad. Resaltó la escasa participación de los maestros y la intervención de Rubén Núñez quien no llamó al paro nacional el 24 de agosto, en cambio, pidió poner en marcha el Plan para la Transformación, que la CNTE propone en lugar de la reforma educativa.
La manifestación realizó un mitin afuera de las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO),–el cual estuvo resguardado por policías estatales y federales–, donde rechazaron el decreto de modificación del mismo.
En Morelia, Michoacán, la Sección 18, marcharon en el centro de la ciudad, su destino final fue el Palacio de Gobierno. Los líderes se pronunciaron por no iniciar clases.
En Guerrero, la manifestación convocó a 4 mil personas, aproximadamente, a las y los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) se unieron organizaciones sociales y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
La postura de la CETEG es que si no se deroga la reforma educativa no iniciarán clases el 24 de agosto.
En Chiapas, integrantes de la Sección 7 de la CNTE se movilizaron en Tuxtla Gutiérrez, exigieron la salida de la Policía Federal de las instalaciones del IEEPO y terminar con la persecución de los maestros en Oaxaca.