Se publicaron los resultados de la primera evaluación de la educación media superior bajo el Plan Nacional para la Evaluación de Aprendizajes, Planea. Ya antes se habían realizado evaluaciones de este nivel educativo, pero ahora Planea será la referencia para lo que viene. También se aplicarán evaluaciones en otros niveles próximamente.
Los resultados no son buenos, pero no podemos decir que sean sorprendentes. Ya las evaluaciones PISA, que México ha aplicado desde 2003, nos habían informado del terrible estado de la educación en nuestro país, lo que ha provocado cambios muy importantes: la aceptación del problema, la búsqueda de métodos para resolverlo, la gran transformación de un sistema educativo que fue hecho para otra cosa.
Pero permítame mostrarle lo que Planea nos dice, según yo interpreto, para que hagamos un esfuerzo por acelerar el proceso de transformación mencionado. Los resultados generales son los siguientes: en “lenguaje y comunicación”, el 43 por ciento de los jóvenes que terminan preparatoria están en el nivel más bajo de dominio, 21 por ciento en el segundo nivel, 24 en el tercero y 12 en el más alto. En matemáticas, los porcentajes son 51, 30, 12 y 6 por ciento.
Los niveles significan, más o menos, lo siguiente: un joven en el primer nivel es deficiente, mientras que en el segundo tiene un desempeño mínimo razonable (identifica un tema en un párrafo, puede calcular porcentajes, traduce una proposición algebraica en lenguaje común). Según los resultados y esta breve descripción, me parece que el nivel I corresponde al módulo 1 de PISA, mientras que el nivel IV (el más alto), posiblemente incluya desde el 4 al 6 de PISA.
Ahora bien, en educación media superior se encuentran, más o menos, la mitad de los jóvenes que están en la edad correspondiente (16 a 18 años). De esta mitad, la mitad no entiende matemáticas, y prácticamente no puede hacer lectura de comprensión. Así que sólo uno de cada cuatro jóvenes mexicanos tiene herramientas mínimas para competir en el siglo XXI, para decirlo de otra forma. Si consideramos que el liderazgo social, quienes impulsan al resto, son los que se encuentran en el nivel IV, entonces tenemos entre 3 y 5 por ciento de nuestros jóvenes en ese nivel.
Para que pueda imaginar mejor, hay cerca de 2 millones de jóvenes de 18 años en México. Un millón ya no estudió media superior, o la abandonó. Del otro millón, la mitad terminará sin entender mucho. Pero van a ingresar a educación superior 800 mil. Al menos 300 mil de los nuevos ingresos a educación superior no tienen herramientas para tener éxito en su carrera profesional, pero tal vez la terminen, porque si el sistema educativo puede arrastrarlos desde los 6 hasta los 18 años sin que puedan leer bien, no dudo que lo siga haciendo otros años más. Cerca de 400 mil terminarán su carrera y se titularán 300 mil. Si tuvimos suerte, un tercio de ellos con nivel competitivo.
Hace 40 años, sólo 3 de cada 100 mexicanos lograban terminar todo el ciclo. Hoy lo logran más de 20. Pero sólo seis de ellos, en el mejor de los casos, con capacidad para ello. Eso es lo que puedo concluir de Planea. Qué bueno que tenemos la información, pero urge mucho pasar a la segunda etapa de la reforma educativa: reconocer las fallas estructurales del sistema educativo y corregirlas. Le propondré algunas ideas, por si interesan.
*Profesor de Escuela de Gobierno, Tec de Monterrey
Twitter: @macariomx