Las y los alumnos de nivel licenciatura tienen pocas habilidades de lectoescritura y matemáticas, cuando sus profesores detectan estas carencias, implementan acciones recurrentes, pero poco prácticas: la impartición de talleres, que poco ayudan a los alumnos a mejorar sus capacidades porque, al mismo tiempo, rehuyen de ellos.
Los talleres no son suficientes, ni idóneos, para resolver estos problemas, es necesaria una gran modificación de las prácticas docentes, coincidieron varios expertos durante la presentación del libro El desarrollo de capacidades genéricas en el nivel licenciatura, coordinado por María José Arroyo Paniagua y Juan Fidel Zorrilla Alcalá, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Ante ello, Rodrigo Díaz Cruz, profesor-investigador de la UAM, señaló que todos los involucrados en los procesos educativos a nivel superior, especialmente en dicha universidad, deben asumir que una de las principales obligaciones como docentes es construir una comunidad de aprendizaje, trabajo y colaboración, la cual, debe tener una corresponsabilidad entre alumnos y profesores.
Esta es la principal enseñanza de este libro: dejar atrás los lamentos para construir nuevas comunidades de aprendizaje y prácticas docentes.
Afirmó que el objetivo de la educación es hacer personas conscientes de la situación de sus semejantes. El secreto de la docencia, agregó el académico, es tener la capacidad de estar cerca y ser minucioso en el trato con los alumnos, para poder rehuir de las recetas de enseñanza y establecer una educación responsable.
Los expertos señalaron que este libro ofrece muchas lecciones respecto a la docencia; sin embargo, descubrieron que, paradójicamente, se conoce mucho menos del tema de lo que se creía.
Además, indican, propone diversas experiencias para mejora las prácticas docentes, indispensables en el desarrollo de los alumnos.
Con esta publicación buscamos apoyar y fortalecer los ambientes de aprendizaje de las diferentes disciplinas y campos de conocimiento. Para ello, debemos revalorar la práctica docente, lo cual, representa un gran reto para cualquier universidad, especialmente para la Metropolitana, sin embargo, este libro da una pauta para comenzar a mejorarla.
No existe un ejercicio de esta magnitud; estamos obligados a darle continuidad, concluyeron.