A finales del mes de junio de 2015 las autoridades educativas locales en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Servicio Profesional Docente (SPD) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), dieron inicio a las cuatro etapas nucleares de la evaluación del desempeño docente.
La reforma que dio pie a tal línea de acción en el magisterio ha sido ampliamente abordada por diversos especialistas. Por lo anterior en este espacio se tratará la recepción que ha tenido en algunos colectivos docentes, así como la información que poseen y las actitudes que manifiestan los educadores, teniendo como base los acontecimientos en el sistema educativo de San Luis Potosí.
Una de las primeras acciones para que los docentes recibieran las notificaciones de que habían sido seleccionados para la evaluación al desempeño docente, fue la de alimentar una base datos con información muy pormenorizada de las condiciones laborales, preparación profesional y lugar de adscripción de maestras y profesores. La selección se hizo atendiendo criterios como estar en un rango de antigüedad de entre 6 y 20 años, tener un perfil preferente con posgrado o licenciatura, haber obtenido buenos porcentajes de logro educativo en la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) y que no tuviera incidencias en su trayectoria laboral.
Una vez sorteado lo anterior, los docentes vía correo electrónico recibieron notificaciones para informales que fueron seleccionados para presentar la evaluación.
La autoridades educativas locales han asumido la obligación de informar a los docentes del proceso administrativo, tecnológico y académico. A su vez, maestros y maestras se han manifestado de diversas formas; la primera va en la vertiente de sentirse agredidos, vejados y humillados por lo que parece ser una campaña mediática en contra de los profesores de escuelas públicas, liderada por la Organización No Gubernamental (ONG) Mexicanos Primero y los comunicadores Carlos Loret de Mola y Joaquín Lopez Dóriga. Este sentir ha sido expresado abiertamente en reuniones de información.
La segunda es un reclamo abierto y claro al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) por haber apoyado la reforma constitucional, que trajo lo que erróneamente se ha denominado “Reforma Educativa”. La exigencia se centra -según dicen los docentes-, en que “el sindicato nos ha dejado solos”; una tercera es el miedo a perder el trabajo, persistiendo la creencia, infundada, de que si en la primera ocasión el resultado es “no idóneo” la consecuencia será perder de manera definitiva el empleo. Esta afirmación está causando mucha angustia, desesperanza y desaliento.
Pero lamentablemente priva una gran desinformación en el gremio magisterial, por la falta de hábito para informarse en los portales de las instituciones responsables del proceso de evaluación y también por las limitadas habilidades digitales de muchos docentes.
Otra de las manifestaciones en torno a este suceso es un descontento total por lo que ha sido un caudal de información con fechas que constantemente son modificadas, lo cual no es totalmente cierto, pero el ejemplo que se pone es el comunicado del 29 de mayo por el que la SEP anunciaba la suspensión indefinida de los exámenes, que finalmente se restableció. Los maestros sienten que fueron utilizados políticamente.
Ante lo que el magisterio llama “hechos consumados”, muchos colegas docentes han asumido que “palo dado ni Dios lo quita”, por tanto lo que queda es preparase para la próxima evaluación, aún con el total incumplimiento de muchas entidades y del gobierno federal de que habría importantes recursos y apoyos para capacitar a los docentes. Si lo anterior es grave, lo es más haber prometido por decreto la creación de institutos estatales para la profesionalización de docentes, que aún duermen “el sueño de los justos”.
Pero habría que valorar qué es peor: agobiar a un conglomerado de trabajadores que el único pecado fue tener una dirigente desmedida en su afán de poder, o la aviesa intención de ir despojando poco a poco las prestaciones del estado de bienestar al magisterio nacional, ese que en el siglo XX hizo la proeza de alfabetizar casi al 100% al pueblo mexicano. No cabe duda que como dice la canción; “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay! Dios”.
Red de Investigadores Educativos de San Luis Potosí
Sociedad Mexicana de Historia de la Educación
San Luis Potosí, México.
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