Especialistas en educación coinciden con la idea de que llevar a cabo la evaluación de los docentes es necesario, pero al mismo tiempo, debe ajustarse la propuesta hecha por la Secretaría de Educación Pública, pues no responde a las necesidades, ni a la realidad que enfrentan los docentes mexicanos.
Manuel Gil, David Calderón, Lucrecia Santibáñez y Emilio Blanco participaron en un foro organizado por el periódico Milenio donde hablaron de lo ocurrido a raíz de la suspensión de la evaluación docente y su posterior reanudación.
Manuel Gil Antón, especialista de El Colegio de México, consideró que no ha habido espacio a la discusión de un tema crucial: la idoneidad de la evaluación y se pronunció por un “proceso de valoración de su quehacer que se diseñe respetando lo específico del oficio, con mecanismos de observación por quienes saben apoderar los intangibles de la práctica docente, en su enorme variedad de circunstancias”.
Gil propone una evaluación desagregada por regiones, procesos para conformar comisiones evaluados, entre pares, así como el nuevo diseño de procesos y ritmos de valoración del trabajo en las diferentes etapas del ciclo de la profesión.
Por su parte, David Calderón, Director General de la organización Mexicanos Primeros hizo un recuento de lo ocurrido semanas atrás y reflexionó sobre la diferencia entre tener y no tener evaluaciones. Consideró que no tenerlas afectaría, en primer lugar a la identidad del maestro, porque podría ingresar alguien no calificado pedagógicamente, pero sobre todo al derecho de los niños.
“Los maestros no son culpables del desastre educativo, están entre los damnificados”, sostuvo Calderón, en su texto.
Lucrecia Santibañéz, de la Universidad de Claremont, aseguró que si bien las evaluaciones no resuelve todo, “en el contexto mexicano son fundamentales para avanzar hacia una educación de calidad”. Se pronunció por la profesionalización de la docencia, como condición indispensable para competir en escenarios internacionales.
Para Emilio Blanco, especialista en temas educativos, afirmó que la evaluación a los docentes no tendrá mayor impacto sobre la calidad de la educación por como ha sido concebida e implementada, sus problemas son: ideológico, de definiciones,de función, así como de usos y consecuencias de la evaluación.
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