A 63 años de haber descubierto la tumba del Rey Maya Pakal, investigadores descifraron el glifo yej, el cual significa “filo”, por lo que ha sido posible leer, por primera vez, íntegramente y en su lengua original, el nombre completo que está grabado en la tumba.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Guillermo Bernal Romero, del Centro de Estudios Mayas (CEM), del Instituto de Investigaciones Filológicas, descubrió el glifo maya, conocido como T514, el cual, estaba presente en el nombre de la tumba del gobernante, así como en numerosas inscripciones que relatan guerras, invasiones a ciudades, capturas y sacrificios de prisioneros, entre otros temas bélicos.
Ahora, indica Bernal Romero, el misterio ha sido resuelto, pues el mensaje puede leerse b’olon yej te’ naah u k’ab’a’ u mukil k’inich jan[aahb’] pakal k’uh[ul] b’aakal ajaw, lo que significa, “La Casa de las Nueve Lanzas Afiladas es el nombre de la tumba de K’inich Janaahb’ Pakal, Sagrado Gobernante de Palenque”.
Agregó que después de años de investigación, este glifo, conocido anteriormente sólo como T514 fue el resultado de una búsqueda sistemática con otras líneas de investigación.
“Al estudiar otros aspectos del jaguar, animal sagrado para los mayas, revisé varios cráneos; al ver el molar superior, llamado diente carnicero, me dio la impresión de que su forma la había visto en alguna parte, en un glifo”, explicó en conferencia de prensa.
Finalmente, señaló que la Casa de las Nueve Lanzas Afiladas, B’olon Yej Te’ Naah, es un nombre relacionado con los nueve guerreros que fueron representados en los muros de la cámara mortuoria de Pakal el Grande. Es una denominación que glorifica la guerra como factor clave del poderío de Palenque y, particularmente, de las victorias que sobre otros señoríos vecinos logró el propio gobernante durante su reinado.
“Toda esa información nos quita definitivamente la idea de una civilización maya pacífica y filosófica, entregada al culto y la oración. Las escenas lo dicen y cuanto mejor leemos los textos, entendemos más, no sólo de la existencia de las guerras sino además de una filosofía bélica, de una actividad sacralizada, sistemática y constante, vinculada con los dioses”, concluye.