- Con creatividad y algunos conocimientos de ingeniería, una lata de refresco puede convertirse en la parte exterior de un pequeño satélite de 350 gramos de peso y contener 10 dispositivos electrónicos capaces de enviar datos de temperatura, velocidad y presión atmosférica antes de caer al suelo desde una altura de cuatro kilómetros.
Construir un satélite de este tipo, llamado CanSat, es un ejercicio didáctico que se realiza desde hace varios años en universidades de Japón, Estados Unidos y Europa, para enseñar a estudiantes de ingeniería, física y carreras afines cómo funciona un satélite, qué componentes básicos contiene, de qué manera envía datos a una computadora y cómo ésta los recibe, así como el diseño general de una misión.
Un CanSat es un satélite dentro de una lata. Toda la electrónica y el sistema de comunicación y metrología están contenidos en una lata de refresco, que se sube a una altura de cuatro kilómetros (con el uso de un globo, helicóptero o cohete) y se deja caer. La idea es lograr la comunicación durante ese trayecto, es decir, que envíe datos antes de caer al suelo, detalló Farah Simón.
Nota completa de la UNAM.