Si un estado crece en términos económicos, pero no se desarrolla políticamente lo primero puede resultar efímero y a costa de unos cuantos. El desarrollo político implica, entre otras cosas, el ejercicio constante de la crítica. Crítica que debe ser abierta y pública para poder construir la ciudadanía. Es precisamente con este objetivo que se presenta un balance crítico de algunas políticas y acciones educativas diseñadas y puestas en marcha en Querétaro en los años recientes.
Un referente básico para poder formular diversos cuestionamientos a los gobernantes es el plan de desarrollo estatal, en este caso, el Plan Querétaro 2010-2015, que fue propuesto por el actual gobernador de la entidad, José Calzada Rovirosa. Ya he comentado aquí que dicho “plan” carece de un buen diseño. No se incluyeron, por ejemplo, metas o referentes claros para poder realizar un monitoreo puntual del desempeño del actual gobierno priista. ¿Fue esto un error involuntario de las élites estatales o así lo calcularon? No comprometerse de manera pública a mejorar cuantitativa y cualitativamente los asuntos de la entidad deja mal parado a cualquier representante político. Por ello, en los tiempos electorales que corren en Querétaro, lo primero que tendríamos que exigirle a los candidatos y candidatas que desean ocupar un puesto de elección popular es que determinen claramente a qué se comprometen y sobre todo, que definan cómo vamos a evaluar su desempeño y si no lo hiciesen, que la sociedad se los demande.
Pero frente a la “sequía” de información que muestran algunos gobiernos, existe un número creciente de organizaciones civiles independientes, think tanks y agencias autónomas de evaluación que ofrecen variados datos para corroborar si las políticas funcionan o no. Por ejemplo, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), a través de su Panorama Educativo de México (2013), nos permite sostener que la tasa de deserción en la secundaria de Querétaro casi no se movió, incluso, aumentó ligeramente. Mientras que en el ciclo escolar 2008-2009 esta indicador era de 7.3 por ciento, para el ciclo escolar 2011-2012, fue de 7.4 por ciento. Es decir, la secundaria en esta entidad sigue expulsado al mismo porcentaje de jóvenes que hace cuatro años y lo más grave es que ese porcentaje es mayor que el promedio nacional (5.5) y de pilón, se acentúa más en los hombres (9.2). ¿Adónde van esos muchachos? La secundaria en Querétaro es entonces “ineficiente y altamente excluyente”, confirma la organización Mexicanos Primero (MP) en su reporte sobre el Índice de Desempeño Educativo Incluyente (IDEI).
Con razón, ustedes me dirán “¿y qué hace de positivo Querétaro?” Varias cosas. Por ejemplo, las tasas netas de cobertura en preescolar, primaria y secundaria son mayores al promedio nacional, es decir, hay un porcentaje mayor de niñas y niños, en edad idónea, cursando esos niveles aquí que en el país. No obstante, en el caso de la educación media superior las cosas difieren. Mientras que en Querétaro 52 de cada 100 jóvenes entre 15 y 17 años cursan el bachillerato, a nivel nacional lo hace un 53 por ciento (INEE). Lo curioso es que el Quinto Informe de Gobierno reporta una “cobertura” de 63.9 por ciento. Seguramente, esta diferencia se explica por tomar un rango de edad distinto al de 15-17 años (INEE). De hecho, el Plan Querétaro 2010-2015 muestra un rango de edad de 16 a 19 años para calcular la tasa de cobertura para el nivel de media superior.
Ante estas discrepancias, vale la pena preguntar cuál será la meta de cobertura para el nivel de educación media que proponga el próximo gobernador de la entidad. ¿Qué rango de edad le parecerá más adecuado y por qué? Esperemos que tengan tiempo de pensarlo porque hasta la fecha, los plataformas de los partidos presentadas ante el Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ www.ieeq.mx) dejan mucho que desear. Puro lugar coma ayuddarles a ganar os ún. No comprometerse a mucho parece ser el tinte de los punteros en las campañas políticas. El tema es que por más que gasten (nuestros recursos), la publicidad podría ayudarles a ganar, pero eso no es suficiente para gobernar eficientemente una entidad cuya población es cada vez más exigente.
¿Y cómo se ha desempeñado Querétaro a nivel universitario? Pues según el Plan Querétaro 2010-2015, había que “ampliar la cobertura de sus servicios para hacerlos llegar a cada uno de los municipios de la entidad”, que son 18. ¿Qué reporta el Quinto Informe de Gobierno del gobernador Calzada? Que sólo se llegó a 14 municipios. ¿Y qué se dice de la tasa de cobertura? Nada.
Una mejor propuesta educativa es necesaria para Querétaro, un estado económicamente rico. Las elecciones abren magníficas oportunidades para llamar a cuentas a los actuales gobernantes, formularles críticas públicas, motivar al diálogo e impulsarlos a que expliquen, de frente, sus fallas e incumplimientos. El reloj marca la hora de la ciudadanía. Su participación es clave para el desarrollo de mejores políticas públicas en educación.
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