Por Claudia Altamirano
Si alguien de otro planeta viniera y mirara nuestras escuelas, no distinguiría entre éstas y una prisión, pues el modelo arquitectónico es el mismo, advierte el arquitecto indio Prakash Nair.
El modelo de centro escolar tradicional fue diseñado para los trabajadores de las fábricas, para enseñarlos a repetir una misma cosa sin cuestionar lo que hacen, afirma el experto, y hace un llamado a “desaprender” estos viejos hábitos en las escuelas y aprender otros nuevos.
El arquitecto participó en el Seminario Internacional de Educación Integral, organizado por la Fundación SM con la colaboración de Educación Futura, durante el cual impartió una magna conferencia y sostuvo una charla con su colega mexicano Axel Arañó, con quien coincidió en que la escuela ya no debe ser simplemente una “caja” en la que se deposita a los alumnos para enseñarles y mantenerlos bajo control.
“La gente quiere que sus niños estén en espacios cómodos, felices, y nada de eso se refleja en las escuelas: los encerramos en cajas y les damos drogas para que se comporten, esto es un problema fabricado por el hombre. Déjenlos correr, usar esa energía, en lugar de contenerlos y luego darles drogas para que estén quietos, no tiene sentido”, expresó el arquitecto, considerado alrededor del mundo como un visionario del diseño de centros escolares.
Su trabajo ha consistido, básicamente, en cuestionar y rediseñar el modelo completo de la escuela, pues el mundo ha cambiado pero el modelo físico de la escuela no. “Donde un adulto controla 50 pequeños en un salón… eso fue diseñado para las fábricas, donde querías que las personas trabajaran sin pensar por sí mismos, sin retar al jefe, pero ¿cómo puedes decir que te importa cada niño si lo pones en una prisión? Eso no tiene sentido, deben ser libres; no es un problema de dinero sino de decisiones, hay que tratar a los niños como queremos que nos traten a nosotros”, puntualizó Nair.
El arquitecto Axel Arañó sugirió que haya más espacios para clases extramuros, a lo que se sumó Nair, quien dijo que se puede abrir literalmente los espacios para que estén más disponibles para los alumnos sin gastar demasiado, pues incluso a veces cuesta menos demoler que construir, “como arquitectos lo podemos hacer”, dijo.
El arquitecto mexicano agregó que las escuelas deben ser centros abiertos al público, donde no sólo se impartan clases sino que haya bibliotecas o espacios deportivos al que tenga acceso toda la comunidad.
Sobre esa idea, Nair dijo que el propósito de la escuela ha cambiado por completo, pues ya no debe ser un lugar en el que se les recluye por seis años mientras se les instruye, sino que deben mantenerse como parte de una sociedad en la que aprenden siendo parte de ella.
“Necesitamos un sistema educativo que vaya más allá de la escuela, hay que crear un ambiente bonito, convertir las escuelas en un espacio cívico con un alto sentido de comunidad”.
Agregó que las escuelas son edificios obsoletos que se usan muy poco tiempo, pues después de clases se cierran y permanecen así durante las vacaciones, “no es una manera muy eficiente de usar el espacio, deben permanecer abiertas en las tardes y el verano y ayudar a las necesidades de la comunidad”.
Por su parte, Axel Arañó indicó que otro de los problemas actuales de la educación es el decremento en las inversiones en escuelas, mientras crece la inversión en corporativos y centros comerciales.
Descentralizar el conocimiento
El fundador y presidente de Fielding Nair International, una empresa considerada como uno de los agentes de cambio más importantes del mundo, tanto en la educación como en el diseño de escuelas, señaló durante la charla que existe un concepto malentendido de que el profesor debe enseñar y mantener el control de todos los alumnos; cuando se puede dejar que los estudiantes sean profesores de algún modo al calificar y ayudar a sus compañeros, un concepto conocido como “tutoría de pares”.
“Hace 25 años el maestro era alguien que venía a la escuela para aprender de él, pero ahora ha cambiado con Internet, ahora pasó de ser alguien para dar información, a ser algo más: él tiene la sabiduría, él puede ayudarte de forma emocional y social; enfocar los esfuerzos del estudiante en las necesidades y no en lo meramente académico, ayudar al niño a encontrar algo por lo que se sienta motivado, si tiene un deseo estará feliz, pero a veces son muy aburridas las escuelas. No podemos forzar la atención en algo que de por sí es aburrido”, puntualizó Prakash Nair.
Finalmente, el arquitecto aseguró que hoy la educación debe ser más democrática, pues una escuela pobre puede tener las mismas oportunidades que un chico en Harvard si lo que se les enseña es a pensar por sí mismos, “no deberían preocuparse tanto por estos niños, tendrán las oportunidades que no tuvimos nosotros”, concluyó.