Durante la inauguración del Primer Foro Universitario de Conductas de Riesgo y Embarazo entre los Adolescentes 2015, expertos señalaron que la violencia de pareja, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, son algunas de las consecuencias del consumo de drogas y alcohol entre los jóvenes, lo que genera además, que abandonen sus estudios y trunquen sus proyectos de vida.
Durante el evento realizado en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) , Carmen Fernández Cáceres, Directora General de los Centros de Integración Juvenil, explicó que los jóvenes se sienten confundidos en cuanto al uso de drogas como la marihuana, porque existe en las redes sociales, internet y otros medios de comunicación, un exceso de información –mucha de ella errónea–, sobre las consecuencias de ingerir este tipo de sustancias.
Sin embargo, señala, se les debe enseñar a los jóvenes que pueden disfrutar su sexualidad de manera sana y responsable, sin drogas u otro elemento que les dañe. Además, externó que es tarea de todos los actores de la sociedad luchar por la prevención, información y orientación de los jóvenes.
Por su parte, Rafael Camacho Solís, Director del Instituto para la Atención y Prevención de la Adicciones en la Ciudad de México, afirmó que el problema del embarazo entre los adolescentes ha ido en incremento, lo cual, puede tener repercusiones en la calidad de vida de los mismos.
Finalmente, el Rector General de la UAM, Salvador Vega y León, explicó que esta Institución busca que la academia y la investigación repercutan favorablemente en la resolución de los principales conflictos que enfrenta la sociedad, como es el caso de los embarazos entre adolescentes.
Ante ello, señaló se deben generar espacios de diálogo y reflexión en los entornos académicos, para buscar soluciones óptimas que atraviesen diversos peldaños de la sociedad.
En México, en el año 2013, se registraron 460 mil embarazos adolescentes en toda la República. Esto significa que uno de cada cinco embarazos, en general, ocurre en mujeres que apenas han abandonado la infancia. Entre esos, once mil embarazos ocurrieron en niñas entre 10 y 14 años. Se trata de niñas que no juegan con muñecas, sino con bebés reales.