El 20 de noviembre de 2011 se celebraron en España elecciones para renovar la integración de las Cortes Generales, es decir las cámaras de diputados y senadores. En ellas triunfó el Partido Popular (PP) al obtener mayoría absoluta de los escaños en disputa, y por lo tanto el derecho a determinar la presidencia del Gobierno de España. De ese modo, Mariano Rajoy Brey, líder y candidato del PP, alcanzó la primera magistratura para el cuatrienio 2011 a 2015.
La reforma educativa es uno de los temas en que el actual gobierno del PP ha desplegado mayor actividad. La aprobación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) el 28 de noviembre de 2013 marcó un hito en el proyecto educativo del régimen. La iniciativa del Ministerio de Educación Cultura y Deporte (MCED), encabezado por el jurista José Ignacio Wert, inició el trámite legislativo el 17 de mayo de 2013. Durante el debate en las Cortes contó exclusivamente con el respaldo del PP, lo que sería suficiente para asegurar su aprobación a finales del año.
Formalmente la nueva LOMCE reemplaza a la anterior Ley Orgánica de Educación (LOE) aprobada en 2006, durante el primer periodo presidencial de José Luis Rodríguez Zapatero. No obstante, la LOMCE mantiene varias de las disposiciones de la LOE y se presenta básicamente como una reforma a la normativa general de la educación española, que incluye, además de la extinta LOE, las disposiciones de Ley Orgánica del Derecho a la Educación, vigente desde 1985.
Se prevé que la mayor parte de los cambios que introduce la LOMCE entren en operación a partir del ciclo escolar 2014-2015, que inició en septiembre pasado. No obstante varias de las modificaciones propuestas tardarán aun varios años en pasar a la fase de implementación. La reforma implica cambios importantes en la estructura curricular vigente, en particular en los ciclos de primaria, educación media y bachillerato; modificaciones asimismo relevantes en el repertorio de asignaturas y en los enfoques educativos correspondientes; así como nuevas disposiciones en materia de evaluación, gestión escolar, y administración educativa.
Se trata de una reforma compleja cuyo punto de partida, según el punto de vista del gobierno popular, consiste en brindar condiciones para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, así como en incidir positivamente en los indicadores de retención escolar y optimizar las trayectorias estudiantiles. También es propósito de la reforma que el sistema educativo de España guarde una mayor coherencia con las estructuras, procesos y prácticas que se han desarrollado en el entorno de la Unión Europea de los últimos años.
Entre los cambios de mayor trascendencia cabe mencionar los siguientes. En educación primaria se suprime anterior subdivisión de tres etapas para integrar un solo ciclo de seis años. La Educación Secundaria Obligatoria (ESO) mantiene la actual estructura de cuatro años, sin embargo se prevé que el cuarto grado de ESO tenga dos opciones diferenciadas para los alumnos dependiendo del camino elijan: Bachillerato o Formación Profesional. Ello significa, simplemente, que en el último año de secundaria los estudiantes tendrán que escoger si su trayecto escolar conduce a la formación técnica o a la universitaria.
Para Primaria, ESO y Bachillerato procede una nueva configuración curricular de las asignaturas. La LOMCE prevé tres grupos generales: asignaturas “troncales”, asignaturas “específicas” y asignaturas de “libre configuración autonómica”. El contenido de las troncales es fijado por el Ministerio e implican una carga lectiva de al menos el cincuenta por ciento del horario total. Estas se articulan en torno a las siguientes áreas: ciencias de la naturaleza, ciencias sociales, matemáticas, lengua castellana y literatura, y primera lengua extranjera.
Las asignaturas “específicas” incluyen la educación física y la enseñanza religiosa o de valores sociales y cívicos en calidad de materias obligatorias, así como la opción de educación artística o segunda lengua extranjera. Por último, las asignaturas de “libre configuración” serán determinadas por los gobiernos autonómicos regionales y pueden incluir la enseñanza de la lengua y literatura de la autonomía respectiva, asignaturas específicas distintas del currículum oficial, o bien profundización de las materias troncales.
En el tercer año de ESO los estudiantes pueden elegir entre matemáticas básicas o aplicadas y en el cuarto el currículum está determinado por la orientación hacia el Bachillerato o la Formación Profesional.
UNAM. Instituto de Investigaciones Sociales