Polonia se ha convertido, en pocos años, en un país con alto rendimiento educativo, muy por encima de México: en la más reciente prueba PISA (2012), los polacos tuvieron un 17% de estudiantes en niveles 5 y 6 de excelencia, mientras que los mexicanos alcanzaron en esos niveles apenas el 0.6% de estudiantes.
En contraste, México tiene al 55% de estudiantes en nivel 2 de insuficiencia, mientras que Polonia, del 2000 al 2012 lo redujo a 14.4%. Se trata de países con economías similares y procesos de trans9ción a la democracia relativamente recientes.
La clave del buen desempeño educativo polaco, dice la investigadora Blanca Heredia, tiene que ver con el impulso que en Polonia se tiene al talento de los estudiantes: “el talento intelectual –afirma-, es uno de los recursos más valiosos y mejor repartidos socialmente en cualquier país; es una de las principales fuentes de riqueza de las sociedades”.
Heredia y la embajadora de Polonia en México, Beata Wojna, presentaron los resultados preliminares de un estudio comparado en educación de ambos países.
“El talento –insiste Heredia, coordinadora del Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas (PIPE) del CIDE-, es uno de los activos más valiosos. A diferencia de otros activos, como las fábricas y el petróleo, que ya tienen dueños, el talento es uno de los activos mejor repartidos. Aunque no es lo mismo si naces en una familia rica que en una pobre, desde luego, pero ¿qué hace una sociedad con su talento? Pues dependiendo de cómo se valore y encauce, tendrá repercusiones en la economía y en la cohesión de una sociedad”.
Hipótesis del éxito polaco
Blanca Heredia plantea las siguientes hipótesis para explicar el éxito polaco.
Primera: todos estos países (Poonia, Hungría o la república Checa), pasaron de sistemas hipercentralizados a unos muy descentralizados, con “muchísima autonomía escolar”. Polonia combinó muy bien la descentralización con fortalecimiento de elementos controlados por el gobierno a nivel central: exámenes y estándares muy exigentes.
Segunda: El reclutamiento y formación de maestros. Ejemplo: en matemáticas tienen divididas de primero a cuatro años de primaria con formación docente y otra de quinto año a finales de secundaria. “Si vas hasta cuarto de primaria tienes que hacer una licenciatura. Después una maestría de un año en pedagogía aplicada a matemáticas y a esos grupos de edad, de quinto año de primaria a tercero de secundaria, entonces una maestría mas larga, de dos años”.
Tercera: Mucho del éxito se puede expresar así: “cuando la marea sube eleva todos los barcos. Se trata, pues, de un cambio sistémico”.
Las razones (polacas) del éxito
La embajadora Wojna explica la reforma educativa de su país en 1999. “En la época comunista –dice-, había una política de promoción del talento, cierto. En esa época comunista se promovió mucho la sociedad igualitaria: educación para los obreros, para llevarlos a niveles de educación primaria y aun profesional”.
Cuando llega la democracia –agrega-, se vio que esta sociedad igualitaria necesitaba promover el individualismo. “En este contexto se empieza a promover el talento como tal, con mucha más fuerza que en la época comunista”, afirma.
El sistema educativo ya no funcionaba, continúa la diplomática. Esa reforma fue parte de la transición democrática que empezó en 1990. Y estas son las claves, apunta:
- Extender el acceso a la educación secundaria completa. Se extendió un año más el sistema educativo.
- Centralización de los exámenes. “Fue un terremoto”, dice. Cada escuela antes tenía sus propios exámenes. No había posibilidad de evaluar el sistema educativo nacional. Entonces se introdujeron los exámenes centralizados.
- Los exámenes para los maestros. “Otro terremoto”, afirma. Mucho más exigentes. El maestro tiene que saber de qué habla. Cuando ya eres maestro puedes pasar por diferentes grados y también hay exámenes. “Hubo muchas protestas. Pero lo aceptaron”, dice Wojna.
Algunas comparaciones
En 1990, Polonia estaba muy por debajo de México en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita: los polacos ingresaban menos de 2,000 dólares al año y los mexicanos 3,000. Poco más de dos décadas después, Polonia rebasó a los mexicanos para situarse con un PIB cercano a los 14,000 dólares. Los mexicanos, poco más de 10,000 dólares.
Desde 2006 existen dos ministerios encargados de la educación en Polonia: el de Educación Nacional y el de Ciencia y Educación Superior. La educación es obligatoria y de tiempo completo para niños y jóvenes de seis a 16 años, y obligatoria de medio tiempo de los 16 a los 18 años de edad.
El apoyo al talento está plasmado en la Constitución polaca: “Se deberá apoyar a los estudiantes talentosos, permitiéndoles seguir programas individuales de desarrollo y/o graduarse de cualquier nivel educativo antes de tiempo”, señala el artículo primero del Acta del 7 de septiembre de 1991.
En un periodo de 30 años, Polonia pasó de tener entre el 10% y el 15% de la población joven en la universidad a tener cerca del 80% en la actualidad.
Los sindicatos y la rendición de cuentas
La embajadora polaca dice que desde la época comunista hubo una Asociación de Maestros, poderosa y privilegiada, como ahora. Ese sindicato es una asociación estatal, que realmente intenta defender los intereses de los maestros, pero no tiene tanta fuerza en ningún caso como lo tiene el SNTE en México, asegura
“Tras la reforma hubo protestas y manifestaciones pero no se dieron casos de violencia. No es como en México donde se tienen grupos que se rebelan contra el Estado; el problema en México es que ante ese tipo de protestas no se aplica la ley para castigar a los que incumplen”.
En Polonia, asegura, el Estado tiene “más capacidades de controlar las cosas y ver en qué se gasta el dinero. En México hay más huecos en esa área y eso dificulta el papel del Estado central”.
Polonia es un país unitario, no federado, y las decisiones y leyes son a nivel central pero la implementación es regional. Las regiones no tienen capacidad de emitir leyes propias pero el financiamiento sí pasa por las regiones. “Lo importante es saber en qué se gastan los recursos sin que haya tanto espacio para hoyos negros, como ocurre en México”, dice la diplomática.