Quienes mandan en la SEP se dieron cuenta que no bastaban las reformas constitucionales ni las nuevas leyes para ganarse el favor de los docentes de base. Por ello, el 15 de enero de este año, convocaron a maestros, directores, supervisores y otros actores a participar en los foros de consulta nacional para la revisión del modelo educativo.
La convocatoria para la educación básica deja entrever el afán de legitimación: “Es imprescindible que todos los actores educativos participen, propongan, imaginen, entiendan, valoren y se apropien de los rasgos del nuevo modelo que se gestará participativamente”. La voz del verbo apropiar es clave; lo de la gestación colectiva es el mecanismo de atracción.
Con el propósito de que los resultados fueran más creíbles, la SEP invitó a cinco especialistas en investigación educativa o el servicio público, de pensamiento independiente, a formar parte de un Comité Técnico Asesor (CTA) con el fin de procesar las recomendaciones: Elisa Bonilla, Manuel Gil Antón, María de Ibarrola, Ciro Murayama y María Trigueros.
Los temas de la convocatoria dan cuenta del esfuerzo por convencer; contienen asuntos sentidos del magisterio: 1) El reto de educar. 2) Lo básico e indispensable. 3) Organización escolar. 4) Inclusión y equidad. Y, 5), el más debatido: desarrollo profesional docente.
Entre febrero y junio se realizaron seis foros regionales (Tijuana, Durango, Guadalajara, Puebla, Villahermosa y Distrito Federal) y el nacional, también en el DF. En cada foro dos conferencistas invitados ofrecieron puntos de vista, algunos con juicios severos a la SEP y al SNTE. Participaron 7,428 personas con 4,769 ponencias.
Los integrantes del CTA, tras agradecer la invitación y reconocer que no recibieron presión o censura, dieron cuenta de lo trascendente, primero en un documento colectivo y luego en cuatro individuales. Su reseña es sobria y clara; destacan dificultades y propuestas. Subrayan la ausencia de manipulación: “La identificación del público asistente con las posturas expresadas por los conferencistas (ninguno del aparato de la SEP)… alentó a los asistentes la certidumbre que no se trataba de mensajes oficiales sino contribuciones reales al debate necesario”.
Apuntaron que la mayoría de los participantes tenía presente la razón pedagógica: “Aprender de las propuestas de los demás, actualizarse, hacer contactos con compañeros de profesión”. También percibieron la “confusión e incertidumbre debido a la convergencia temporal entre el desarrollo de los foros y la publicación de acuerdos derivados de la legislación”. Por ése y otros motivos, los miembros de Comité propusieron: “Abrir espacios adicionales, permanentes y accesibles de intercambio de ideas sobre el modelo educativo, y sus adecuaciones a las distintas realidades sociales y educativas de México”.
Es imposible resumir lo que los integrantes expresaron; baste decir que se aplicaron. Gil Antón recalcó que “los profesores insistieron en sus ponencias que el currículo no debe ser lo que ahora es: una camisa de fuerza que impide el movimiento”; y que los foros “mostraron que el magisterio tiene ideas innovadoras, pero rémoras complicadas también”.
De Ibarrola resaltó la preocupación de los maestros en torno al desarrollo profesional docente. Apuntó que éste no puede reducirse a la educación continua y que su esencia es “la toma de decisiones de muy alto grado de complejidad para solucionar problemas de elevada trascendencia social con base en los conocimientos especializados, acumulados, depurados, seleccionados a lo largo del tiempo”.
Bonilla enfatizó que “en el modelo vigente, la escuela está al final de una larga cadena de mecanismos de control verticales. Romper la añeja verticalidad del sistema es… el mayor reto que enfrentará la construcción del nuevo modelo educativo. Se supone el establecimiento de nuevas relaciones y la creación de nuevos pactos entre los actores del Sistema”. Mientras que Trigueros matizó lo básico e indispensable y subrayó que el tema de la evaluación fue tangencial, no parecía ser una preocupación fundamental de los ponentes.
Me hago la pregunta de que si con estos foros los maestros se apropiaron de las aristas de la reforma ¡Pero qué bueno que se realizaron!
*Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana