Todas las universidades públicas del país operan recursos que le pertenecen a la sociedad y por ello tienen la obligación de rendir cuentas sobre la correcta aplicación de los mismos y cumplir así su compromiso con la población, señaló Eduardo Gurza Curiel, titular de la Auditoría Gubernamental de la Secretaría de la Función Pública.
En la conferencia inaugural de la XLII Asamblea de la Asociación Mexicana de Órganos de Control y Vigilancia en Instituciones de Educación Superior (AMOCVIES), celebrada en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Gurza sostuvo que si las universidades son el espacio por excelencia donde se forman los ciudadanos, éstas están obligadas a llevar a cabo prácticas y valores que propicien el uso honesto y eficiente de los recursos públicos.
Ante los asambleístas de la AMOCVIES, entre ellos Federico Ross Rosillo y María Teresa Ortega Padilla, contralor y tesorera de la UAM, respectivamente, el funcionario agregó que con la asignación de recursos que el Estado les concede, las universidades públicas asumen el compromiso de rendir cuentas de su aplicación y de sujetarse al proceso de fiscalización y control interno correspondiente.
“Hoy por hoy -dijo-, saber de dónde vienen los recursos públicos y qué se hace con ellos, no es información de fácil acceso para la ciudadanía, porque siempre es más cómodo para el gobernante manejar con discreción los recursos públicos”.
A pesar de lo anterior, apuntó, “la presión social derivada de la credibilidad” ha llevado al establecimiento de estrategias basadas en políticas de transparencia, con el objeto de generar confianza, seguridad y franqueza entre el gobierno y la sociedad de forma que los ciudadanos estén informados y conozcan las responsabilidades, procedimientos, normas y reglas, en un marco de abierta participación social y escrutinio públicos.
En este marco, la transparencia de la administración pública juega un papel fundamental pues actualmente ningún gobierno democrático puede sobrevivir sin rendición de cuentas; por tanto, la transparencia requiere de la disposición de información confiable sobre los objetivos y metas institucionales, datos e información detallada de las operaciones de la institución, tales como la publicación de documentos completos de presupuesto claramente clasificados y de un marco regulatorio transparente que incluya códigos de conducta.
“De esta manera se cierra el paso a la corrupción, a la opacidad, la impunidad y a la gestión irresponsable”, afirmó el funcionario.
Al dar la bienvenida a los asambleístas, el doctor Julio Sotelo Morales, presidente del Patronato de la UAM, sostuvo que en el ejercicio de las funciones y atribuciones del Patronato ha resaltado históricamente la enorme complejidad entre rendir cuentas transparentes y claras a quienes patrocinan esta casa de estudios y por otro el ejercicio de la autonomía.
El tema ha sido motivo de importantes discusiones, pero creemos que debemos avanzar a tiempos mejores y encontrar la conjunción correcta de un espléndido resultado intelectual de esta casa de estudios con un ejemplo nacional a todos los niveles del buen manejo de las cuentas de cualquiera de los recursos que nos han asignado.
Agregó que “verdaderamente resulta un artilugio administrar –hablando de la UAM– los poquitos recursos que tenemos frente a todo lo que podemos hacer, si tuviéramos más”; de ahí la importante labor que ustedes desempeñan para lograr “aterrizar en un área equilibrada, correcta e impecable de honestidad universitaria, de grandeza de logros y de metas”, utilizando cabalmente todas las posibilidades que tenemos, fundamentalmente las económicas y las financieras.