Con todo y que ya sabemos que las redes sociales son medios para levantar en pocas a horas a grandes contingentes y que gracias a ellas hoy nos enteramos más rápido de cosas que antes ignorábamos (más sabe el diablo por Facebook que por diablo, dice un amigo mío de Cartagena, Colombia) no deja de asombrarme la velocidad conque se movilizaron miles de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional.
La sesión de Consejo General Consultivo, donde se aprobaron modificaciones al Reglamento Interno del IPN, concluyó el miércoles 24 a las dos de la mañana. Para las siete de ese día comenzaban los primeros paros parciales y en la tarde había bloqueos de avenidas; estudiantes de bachillerato y de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura y la UPIICSA amagaban con parar sus escuelas. Lo lograron en un día. Hoy hay 34 escuelas en huelga.
La difusión de las demandas de los estudiantes se amplió y en horas todo mundo sabía que estaban protestando. Los movilizados tuvieron éxito. Yoloxóchitl Bustamante, directora general del IPN, anunció que se posponía la ejecución del nuevo plan de estudios de la ESIA para 2015 y no se han publicado en la Gaceta Politécnica (y tal vez no entren en vigor) las reformas al ordenamiento.
Yoloxóchitl Bustamante defendió la propuesta, informó de los meses de trabajo, de la composición del consejo, donde participan estudiantes, y del contenido de las reformas, que miran hacia adelante. Pero cometió un desliz; acusó que había injerencia extraña en el movimiento. Le llovieron críticas en los medios y más en las redes sociales. También explicó que ella no utiliza Facebook ni Twitter, que era falso lo que se decía que ella había expresado. Pero fue en vano. La movilización no se detuvo.
Tal vez sí haya activistas que no sean del Poli, quizá se manifiesten estudiantes radicales de otras instituciones que siempre están en busca de expresiones de protesta para solidarizarse; también es posible que hayan aparecido —aunque no representen un papel importante— pocosanarcos, pero la movilización fue producto de los inconformes, estudiantes y docentes.
En dos días atrajeron la atención del Congreso y de la Secretaría de Gobernación (escribo el martes 30; hoy hay una mesa de trabajo en la Segob con representantes de los movilizados). Es lógico, las protestas se producen en los días previos al 2 de octubre, la pradera política está seca, los contrapesos institucionales al gobierno actúan dentro de los márgenes de la ley y hasta los maestros de la CNTE están más preocupados por la reforma que por respaldar a los estudiantes. En otro lado del espectro político, algunos hacen votos porque el movimiento se extienda, que recuerde al #Todossomos132, que ponga al gobierno contra la pared.
Esa es la razón de la preocupación gubernamental y la de los dirigentes de partidos políticos. Los reclamos de los estudiantes del IPN pueden ser la chispa que comience un incendio en la llanura; ergo todo mundo aboga porque el movimiento se contenga por los cauces de la negociación.
La insurrección ya triunfó. Sin embargo, sigue la presión. Las demandas de los estudiantes y docentes en protesta son conservadoras, es la defensa de lo existente, de rutinas pedagógicas que privilegian la memorización y el enciclopedismo. Quien se haya tomado la molestia de leer los cambios que propone el consejo, se dará cuenta de que es engaño que se quiera dejar de otorgar títulos de licenciatura y que sean puros técnicos superiores universitarios. Como dice Carlos Marín en Milenio, esa imputación en una patraña. Esta es una opción que pueden escoger alumnos que por alguna causa no puedan seguir sus estudios. Dejaré para otro momento analizar la idea de que es mejor que quien abandone los estudios por cualquier motivo lleve algo en sus alforjas, en lugar de salir con las manos vacías. Hoy recalco que buena parte de la movilización se basó en falsedades. Y quizá no fue gente extraña la que organizó la oposición, sino adversarios internos de la directora general. Es muy duro para una mujer destacar en un ambiente dominado por varones ¡No les cuadra!
Retazos
La SEP quiere centralizar todos los pagos. A partir de este mes ya se hizo cargo de cubrir las regalías a los autores del Fondo de Cultura Económica ¡Qué desmesura!
Carlos.Ornelas10@gmail.com
Publicado en Excelsior