Profesores excelentes: Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe es la publicación más reciente de la Serie del Foro sobre Desarrollo de América Latina, del Banco Mundial, que desde 2003 ha aportado investigaciones exhaustivas para tratar los problemas sociales y económicos más urgentes de la región. Como parte de la preparación para este estudio, el equipo conformó la base de datos comparables a nivel mundial sobre práctica docente en el aula más grande de la historia, con observaciones de más de 15 000 profesores de 7 países de América Latina y el Caribe. Los resultados reveladores son un ejemplo de que el Grupo del Banco Mundial pone mecanismos de investigación innovadores al servicio de las políticas de desarrollo. En términos más amplios, en Profesores excelentes se extraen las evidencias de evaluación y las experiencias prácticas más recientes en relación con las reformas de las políticas docentes, recogidas tanto dentro como fuera de la región. Así, se ofrece a los encargados de formular las políticas de América Latina y el Caribe un apoyo invaluable para lograr los rápidos avances en educación que merece la próxima generación de estudiantes.
Cada día, más de 7 millones de profesores se presentan a trabajar en las aulas de toda América Latina y el Caribe. Estos hombres y mujeres representan 4 % de la fuerza laboral total de la región y más de 20 % de los trabajadores técnicos y profesionales. Sus salarios absorben aproximadamente el 4 % del producto interno bruto (PIB) de la región. Sus condiciones de trabajo son muy variadas —desde escuelas rurales de una sola aula con paredes de adobe hasta establecimientos de primera calidad—, pero los profesores de América Latina tienen en común algo muy importante: se los reconoce cada vez más como actores clave en los esfuerzos de la región por mejorar la calidad y los resultados educativos.
Si bien la importancia de una buena enseñanza puede parecer evidente, en las investi- gaciones sobre educación de los últimos 10 años se comenzó a cuantificar el gran impacto económico de la calidad de los profesores. En un mundo en el que se están transformando los objetivos de los sistemas educativos nacionales, dejando de lado la mera transmisión de datos y la memorización para centrar la atención en las competencias de los estudiantes —para que desarrollen el pensamiento crítico, la capacidad de resolver problemas y la disposición al aprendizaje permanente—, las exigencias para los profesores son más complejas que nunca. Los Gobiernos de todo el mundo ponen bajo la lupa, en medida creciente, la calidad y el des- empeño de los profesores. América Latina y el Caribe no es la excepción; de hecho, en algunas esferas clave de las políticas docentes, la región está a la vanguardia de las reformas mundiales.
En este contexto, los objetivos del presente estudio son los siguientes:
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medir el desempeño actual de los profesores de América Latina y el Caribe respecto de parámetros establecidos, e identificar las principales dificultades;
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compartir la evidencia más reciente sobre las reformas a las políticas docentes que se están implementando en distintos países de la región;
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analizar el margen político para aplicar más reformas en la región.
El estudio se centra en los profesores de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) porque los desafíos cuantitativos y cualitativos de formar profesores eficaces en estos niveles difieren en aspectos clave de los de la educación universitaria, tema que se ha abor- dado en otras publicaciones recientes del Banco Mundial (Rodríguez, Dahlman y Salmi, 2008; Salmi, 2009). También se centra específicamente en los sistemas educativos públicos. A pesar de que en muchos países de la región se observa un aumento en la matrícula de las escuelas privadas de educación básica, son los Gobiernos nacionales y subnacionales los que prestan la mayor parte de los servicios educativos y continúan siendo los guardianes de la calidad de la educación y los arquitectos de las políticas educativas.
En el capítulo 1 se analizan las evidencias mundiales y regionales sobre la importancia de los resultados educativos para el crecimiento económico y la competitividad, y la relevancia de la calidad de los profesores en dichos resultados. Se describe también el perfil de los profesores de América Latina y el Caribe y se explica cómo han cambiado sus características en las últimas décadas. En el capítulo 2 se ofrece, por primera vez, una mirada al desempeño de los profesores de la región dentro del aula, basada en nuevas investigaciones realizadas para este informe en más de 15 000 aulas de 7 países.
Los capítulos 3, 4 y 5 se centran en tres esferas prioritarias para la reforma de las políti- cas docentes actuales en América Latina y el Caribe: en el capítulo 3 se analizan las políticas para reclutar mejores profesores; en el capítulo 4 se estudian los programas para desarrollar sus capacidades cuando ya están en servicio, y en el capítulo 5 se examinan diversas estrategias dirigidas a motivarlos para que den lo mejor de sí a lo largo de su carrera.
En el capítulo 6 se analizan el papel destacado de los sindicatos docentes en la región y las experiencias recientes de varios países con grandes reformas educativas. En este capí- tulo, como en los anteriores, se intenta extraer del creciente cúmulo de evidencias obtenidas en la región y fuera de ella que puedan orientar el diseño de programas eficaces y reformas sostenibles.
Del estudio se extraen seis mensajes generales:
- La baja calidad promedio de los profesores de América Latina y el Caribe es la principal limitación que impide el avance educativo en la región y, en consecuencia, restringe la contribución del gasto nacional en educación a la reducción de la pobreza y la prosperidad compartida.
- La calidad de los profesores de la región se ve comprometida por un pobre manejo de los contenidos académicos y por prácticas ineficaces en el aula: los profesores de los países estudiados dedican un 65 % o menos del tiempo de clase a la instrucción (en comparación con la práctica de referencia, del 85 %), lo que equivale a perder un día completo de instrucción por semana; hacen un uso limitado de los materiales didácticos disponibles, especialmente de la tecnología de la información y las comunicaciones, y no siempre logran mantener la atención y la participación de los estudiantes.
- En la actualidad, ningún cuerpo docente de la región (con la posible excepción de Cuba) puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros mundiales, si bien durante la última década algunos países han logrado mejorar la calidad de los profesores y los resultados de aprendizaje de los estudiantes, especialmente Chile.
- Para formar cuerpos docentes de alta calidad, deben seguirse tres pasos fundamentales (reclutar, desarrollar y motivar mejores profesores), y se dispone de una impor- tante cantidad de experiencias de reforma en estos tres aspectos dentro y fuera de la región que puede orientar el diseño de mejores políticas.
- Durante los próximos 10 años, la reducción de la población en edad escolar en aproximadamente la mitad de los países de la región, especialmente del cono sur, podría facilitar en gran medida el proceso de elevar la calidad docente; en la otra mitad de la región, en particular en América Central, la necesidad de contar con más profesores agravará el desafío.
- El desafío más serio a la hora de elevar la calidad de los profesores no es fiscal ni técnico, sino político, porque los sindicatos docentes de todos los países de América Latina son grandes y constituyen un actor políticamente activo; sin embargo, los casos de reformas exitosas continúan aumentando y ofrecen enseñan- zas que pueden ayudar a otros países.
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