El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), invertirá mil 500 millones de pesos en una campaña que buscará alfabetizar a 2.2 millones de mexicanos, y con ello que la Unesco declare a México como un país libre de analfabetismo.
En entrevista con Educación Futura, el director del INEA, Alfredo Llorente Martínez, señaló que esta campaña arrancará el próximo mes de agosto y buscará el apoyo solidario de estudiantes universitarios, líderes comunitarios del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) y conscriptos del Ejercito Mexicano para realizar esta tarea alfabetizadora.
Sobre la marcha, el INEA evaluará si los mil 500 mdp son un presupuesto suficiente para cumplir el cometido o si necesitará de mayores recursos económicos. EL presupuesto se destinará principalmente a materiales didácticos, así como a apoyos mensuales para los alfabetizadores, quienes recibirán, dependiendo de su desempeño, entre 800 y mil pesos mensuales.
La alfabetización, señaló el director del INEA, “facilita la vida… porque no sólo es la transmisión de un código…sino es la posibilidad de integrarse de lleno al entorno de la comunidad, relacionarse mejor y superarse, la alfabetización, transforma la vida del ser humano”.
Para mantener este objetivo, se buscará dotar de entornos letrados a los nuevos lectores para que, de esta forma, una vez que hayan aprendido a leer y a escribir, esta sea una herramienta que utilicen y no quede en desuso y vuelvan a la condición de analfabetas.
Según los estándares internacionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), un país con una tasa de analfabetas menor a 4 por ciento, es una nación libre de analfabetismo. 6.9 por ciento de la población mexicana se encuentra en esta condición.
Una de las principales características de esta nueva campaña nacional es la alfabetización de los pueblos originarios en su lengua de origen, labor para la cual el INEA ya dispone de los materiales para 80 por ciento de las distintas lenguas indígenas.
Esta campaña, además de buscar abatir el analfabetismo, también buscará reducir el rezago educativo para 2.2 millones de mexicanos sin primaria y más de 3 millones de mexicanos sin secundaria, con lo que, en cifras globales, al término de la actual administración se buscará atender a cerca de 7.5 millones de mexicanos.