Hace falta un espacio de reflexión, crítica y debate para que los maestros realicen trabajos colegiados, además de incluir a por lo menos 6 millones de niños y jóvenes que están fuera de la educación obligatoria, mejorar las deplorables condiciones de los centros escolares del país, confiar en los maestros y que estos desarrollen su trabajo de una manera más autónoma, así como reducir la amplitud de contenido del currículo nacional a favor de ganar en profundidad, fueron tan sólo algunos de los señalamientos que expresaron los miembros del Consejo Consultivo de los foros que pasan revista al modelo educativo de nuestro país.
La consulta nacional de educación Básica culminó este jueves con un llamado para dotar de autonomía y recursos a las escuelas, recuperar la confianza en los maestros, formar a niñas y niños con aprendizajes para la vida, eliminar las trabas burocráticas y administrativas en los colegios, matizar la verticalidad en la toma de decisiones de la SEP y su transmisión a las escuelas, establecer el para qué del uso de las tecnologías en el aula, mejorar la convivencia escolar en paz y fortalecer la formación inicial y continúa de los profesores en todo el país.
En el proceso de reforma educativa, la imagen del magisterio y de su quehacer se han distorsionado por algunos medios y otros actores. Es tarea pendiente de las autoridades educativas reivindicar a los maestros y su labor, para poder hablar de un nuevo modelo educativo, concluyó el Comité Técnico Asesor en Educación Básica, conformado por Elisa Bonilla, María de Ibarrola, Ciro Murayama, María Trigueros y Manuel Gil.
Lo anterior lo señalaron los académicos, Elsa Bonilla, María Trigueros, María de Ibarrola, Ciro Murayama y Manuel Gil Antón al participar en el Foro Nacional de Educación Básica, donde presentaron -según el líder del SNTE, Díaz de la Torre-, “un diagnóstico abrumador”. Estos académicos, especialistas en educación, acudieron a cada uno de los cinco foros regionales para escuchar las ponencias de los docentes, directores y padres de familia.
Como parte del reporte presentado luego de haber analizado lo expuesto en los foros, Gil Antón, investigador de El Colegio de México (Colmex) y director académico de Educación Futura, señaló que los profesores, en el currículo pidieron que éste deje de ser “una camisa de fuerza”, y abogaron por un programa más ligero en contenidos pero con mayor profundidad, para dar margen al fomento del pensamiento crítico.
Los foros reflejaron que los maestros tienen propuestas innovadoras, pero también cargan con “rémoras complicadas”, señaló Gil Antón, con respecto a la estrategia de los foros como mecanismo para revisar el modelo educativo, el académico señaló que es inadecuada “si se considera que con estos ejercicios yase ha dado revisión al modelo –noción que es preciso, por cierto, delimitar- o sí, más al extremo, ya cumplieron con el cometido de renovarlo”, señaló el investigador de El Colmex.
En su oportunidad María Trigueros, investigadora del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), señaló como necesario para un nuevo modelo educativo, dar libertad de trabajo a los maestros para emplear la forma en que mejor les acomode en cuanto a la exposición de los temas.
Además resaltó como necesario establecer puentes entre las distintas disciplinas, toda vez que en no pocas ocasiones en la educación básica se suelen enseñar asignaturas como si no existieran las demás materias, manifestó.
Por su parte Elisa Bonilla, directora de fundación SM, hizo énfasis sobre cómo organizar la escuela para que sea eficaz, señaló que se requiere autonomía para tomar decisiones y ejercer recursos, así como romper con la verticalidad del sistema lo que implica “romper pactos”. Con una renovada gestión escolar también se necesitará que los maestros asuman su papel como actores de la educación, por lo cual tienen que ser “más autónomos”, dijo.
Además, los directores de plantel tendrán que aprender a usar de manera transparente los recursos de la escuela, señaló Elisa Bonilla. Los cambios culturales son de largo aliento y no se producen por decreto, en este sentido, la formación de un nuevo modelo educativo implica un tránsito hacia una nueva gestión escolar, “sin prisa pero sin pausa”, advirtió.
En su turno, la investigadora María de Ibarrola destacó como necesario crear espacios de diálogo para fortalecer la vida colegiada donde los profesores intercambien sus puntos de vista sobre su materia de trabajo.
A partir de los foros de consulta, se tiene que construir un plan de ruta “para saldar la deuda de una educación con equidad y calidad”; los foros “no pueden ser definitivos para elaborar un modelo educativo como si se tratara de un artefacto”, explicó.
Por su parte María Trigueros hizo señalamientos sobre qué es lo básico indispensable, expresó que los temas sobre contenidos curriculares y convivencia en la escuela, fueron los más tratados por los profesores en los foros.
Para la construcción de un nuevo modelo educativo, apuntó, es necesario convertir al alumno en el centro de la educación, por lo que se requiere dedicar mayor tiempo a incentivar la reflexión crítica de los alumnos.
El fomento a las actividades artísticas, como a la educación cívica, fueron también de los temas más concurridos por los profesores en los foros. La preocupación por la violencia y descomposición del ambiente escolar es, también, una de las preocupaciones constantes de los educadores, advirtió.
Al momento de hacer su exposición, el académico Ciro Murayama dejó claro que en México aún no está garantizado el acceso universal de todos los jóvenes y niños a la educación obligatoria.
La Unesco calcula que son cerca de 6 millones de niños y jóvenes los que están fuera de la educación en sus niveles obligatorios.
Mejorar calidad y combatir la desigualdad deben ser los ejes rectores de un nuevo modelo educativo; deben ser los ejes para enfrentar la mala educación generalizada en el país.