Uruguay he experimentado tres reformas educativas en los últimos 30 años, una por década; lamentablemente, las tres han tropezado, expuso el ex ministro de Educación y Cultura del gobierno chileno, Samuel Lichtensztejn, quien fue invitado a participar al Foro Nacional de consulta sobre el modelo educativo de Educación Normal, celebrado en la Paz, Baja California Sur.
La última reforma educativa que emprendió Uruguay, significó un cambio profundo; la Educación Pública, pasó a ser cogobernada por el sindicato de los maestros y el gobierno -por partes iguales-, lo cual, generó un gran problema compartió Lichtensztejn, ante cientos de normalistas, autoridades educativas, autoridades del gobierno de la entidad y la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Los maestros planteaban las necesidades del gremio y, el gobierno, las necesidades colectivas, lo que dejaba empatadas las cosas; ante esta situación -expuso el ex funcionario uruguayo-, se tuvo que dar doble voto al representante del gobierno para poder destrabar las cosas.
Resulta entonces importante que “la Secretaría de Educación Pública (SEP) tome la rectoría de la educación, es esta dependencia quien tiene que difundir el interés entre los distintos sectores sociales por participar en la educación del país”, aseguró Samuel Lichtensztejn.
Más chilenos quieren ser maestros
De 1960 a 2002, Chile tenía una matrícula de estudiantes aspirantes a maestros, que osciló entre los 20 a 40 mil alumnos pero, de 2002 a la fecha, ese número se incrementó tres veces; hoy hablamos de 130 mil futuros profesores, aseguró Pedro Montt Leiva, ex subsecretario de Educación chileno en el Foro nacional sobre educación normal, en La Paz.
Esta expansión ha hecho que en los últimos años, Chile pase de ocho universidades a 59 casas de estudios superiores; la mayor parte de ellas son privadas, reconoció el ex funcionario chileno, quien abundó “nosotros no tenemos un problema de rectoría, tenemos un problema de mercado… que trajo consigo el modelo neoliberal”.
Este incremento en las aspiraciones docentes, ha llevado a que 60 por ciento de los jóvenes en Chile estén matriculados en la educación superior, señaló Montt Leiva.
El ex funcionario chileno, puntualizó que en este momento 7 de cada 10 estudiantes en este nivel de estudios (universitario), son la primera generación de sus familias estudiando en ese nivel; la gran parte de los estudiantes de pedagogía provienen de familias de escasos recursos, dijo.