Para evadir el concurso de plazas magisteriales, gobernadores y líderes sindicales dieron el nombramiento definitivo a miles de maestros de manera masiva y fast track, informa Reforma.
Ello significó que sólo pusieran a prueba una quinta parte de los puestos disponibles, con lo que burlaron la reforma educativa.
En los últimos ocho meses, en 12 estados se otorgaron, bajo procedimientos antiguos, 34 mil 312 plazas para docentes que no tenían base, lo que significa que diariamente fueron basificados 143 mentores.
Tan sólo en la Ciudad de México, la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) entregó esa categoría a 5 mil maestros en un día.
La cifra de puestos definitivos concedidos por las autoridades educativas en conjunto con el SNTE supera a las disponibles para concurso, cuyo proceso arrancó el 12 de abril.
Según las convocatorias del concurso de oposición para educación básica derivadas de la reforma educativa federal, se abrieron a concurso 24 mil 333 plazas en total.
Bajo la nueva modalidad de la reforma, se pusieron a prueba puestos tanto para egresados de escuelas normales como para aquellos que salen de las universidades o ya dan clases sin tener aún un nombramiento definitivo.
El número de espacios disponibles contrasta con las cifras del Censo de Maestros de Educación Básica del Inegi, según el cual en los estados hay 114 mil 998 puestos por jubilaciones, retiros o fallecimientos.
Éstos, según la Ley General del Servicio Profesional Docente, deben convertirse en vacantes definitivas y concursarse.
Sin embargo, en el lapso de promulgación de la reforma y entrada en vigor del primer concurso, gobiernos y dirigencias sindicales agilizaron procesos de basificación para miles de maestros para así “apartar” las plazas.
Por otra parte, David Calderón, director de Mexicanos Primero, acusó que los gobiernos de los Estados no pusieron todas su plazas vacantes a concurso, como lo establece la Ley General del Servicio Profesional Docente.
“¿Qué está ocurriendo con las plazas? Tiene que ver quizá con una basificación masiva, como lo fue en el caso de Puebla de 3 mil 500 plazas y muy probablemente éstas plazas basificadas salieron de los maestros jubilados.
“De ese modo, existe la posibilidad de que los Estados se hayan apartado las plazas o que se hayan entregado en procesos distintos antes del concurso”, señaló Calderón, en entrevista.
El censo se levantó después de la entrada en vigor de la ley docente, cuyo artículo sexto transitorio establece que, en tanto se tienen debidamente implementados los concursos de oposición y los procesos de evaluación, se acatará los esquemas previstos antes de esa ley.
Calderón consideró que los Estados interpretaron ese artículo como una opción para pagar las últimas facturas a todos aquellos a quienes se prometió una plaza antes de entrar en vigor el Servicio Profesional Docente.
“Parece que se relajaron las normas antes de que entrara en vigor de la doble dinámica de verificación sobre las plazas que plantea la ley docente y su control administrativo, a través del Fondo de Aportaciones para la Nómina y el Gasto Educativo”, señaló.
Esconden Estados a maestros jubilados
Las gobiernos estatales reportaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) sólo un 15.9 por ciento de sus profesores jubilados.
En el informe de la nómina magisterial 2013, los Estados notificaron la existencia 18 mil 356 jubilados.
Ahí no se incluyen datos de Quintana Roo ni de Tamaulipas, pues no entregaron su información a tiempo, como tampoco del Distrito Federal porque no recibe recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (FAEB).
En el Censo de Maestros, Alumnos y Escuelas, el Inegi encontró en las plantillas de personal de los Estados 114 mil 998 plazas de personas que se jubilaron, se retiraron o fallecieron.
En este caso se incluye el reporte de todos los estados de la República.
Una muestra de esa diferencia se presenta en el Estado de México, donde las autoridades estatales reportaron 2 mil 269 jubilados en su informe ante la SEP, mientras que el censo reveló que tienen 15 mil 412.
Su cifra es apenas el 14 por ciento con respecto a los datos encontrados por el Inegi.
Para Jorge Santibáñez, ex titular de la Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas de la SEP, la información sobre jubilados es un hoyo negro.
“Los Estados dieron una información subestimada sobre el número de jubilados en el 2013, y la cifra del Censo está sobreestimada, pues hay muchas dudas sobre el registro del Censo sobre todo por la opacidad en las bases de datos”, consideró.
El dato de los maestros jubilados no es menor, enfatizó, pues refleja el número de vacantes que se deben asignar por la vía del concurso de oposición para ingresar al servicio docente de Educación Básica.
Santibáñez tuvo la responsabilidad de echar a andar el Concurso Nacional de Asignación de Plazas en el 2008, tras la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación.
Recordó que en los primeros años de ese concurso no fue posible que el ISSSTE entregara a la SEP la información relacionada con los jubilados y así cotejar las plazas vacantes en los Estados.
“Esta es una de las razones por las que Elba Esther Gordillo (ex líder sindical) controlaba al ISSSTE porque es la única instancia a través de la que se puede validar la información de las vacantes definitivas que reportan los Estados.
“Por eso es importante que se controlen las vacantes, que se ponga en marcha un mecanismo de verificación, pues, de no hacerlo, el concurso de plazas, uno de los puntos fuertes de la reforma educativa, no tendrá consistencia ni solidez”, alertó.
Sonia del Valle. Reforma