¿Cuáles son las premisas básicas para que la su supervisión escolar y los apoyos educativos funcionen con eficacia, eficiencia y calidad? se preguntó la doctora Rosalinda López Ayala, coordinadora General del Centro de Maestros de Cuernavaca, Morelos, al presentar su ponencia “El papel de la supervisión y de otras instancias de apoyo en el logro de una Escuela de Calidad”, en el foro regional de consulta de modelo educativo de nivel básico en el Distrito Federal; ahí señaló que la supervisión se establece para llevar al cabo un mejoramiento de los programas y de la institución.
Indica que la función supervisora desde el enfoque hacia una escuela de calidad conlleva a pensar y desarrollar la tarea del perfeccionamiento y aplicación de los programas y apoyos educativos, vistos como herramientas para crear escuelas eficaces en donde el supervisor, se encamine una cultura pedagógica, con un clima escolar con altas expectativas de logro en el alumnado por parte de los profesores y de la dirección.
“Desde este sentido las escuelas eficaces se centran en un clima escolar ordenado pero no aprensivo, siempre planificado y replanteado un modo de investigar lo que sucede en el fenómeno educativo de influencia. Es decir gestionar que la tarea central del aprendizaje se desarrolle con base en las necesidades del educando.” Externa.
Ante ello, propone diversas acciones para fortalecer las tareas de supervisión escolar:
- Gestionar seminarios estructurados alrededor del estudio de investigación de cierto asunto que ayuden a deliberar y tomar las mejores decisiones.
- Demostración de los métodos perfeccionados por los CTE, desarrollar foros de discusión de las mejores propuestas.
- Fomentar grupos de observación y difusión de diferentes programas de perfeccionamiento que implique inducir el entusiasmo y despertar la confianza de que puede mejorar el proceso educativo.
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