Como consecuencia del abandono en el que el sistema educativo tiene a los profesores de educación física y las cada vez menos oportunidades de desarrollo profesional que se les presenta, la evaluación docente no es algo que sea de su conocimiento, pues hasta el momento, a diferencia de los profesores de aula, no se les ha aplicado ninguna prueba para medir sus capacidades profesionales.
Así lo confirman en entrevista para Educación Futura, Miguel León, profesor de la materia en el Distrito Federal, quién además explicó que solamente si los maestros decidían entrar al programa de carrera magisterial presentaban evaluación y herramientas de superación, de lo contrario, no podían acceder a ello.
Señala que los pocos cursos de actualización que brindaba la extinta Dirección General de Educación Física (DGEF) servían para poder realizar mejor su actividad educativa; sin embargo, al iniciar el actual ciclo escolar, se dieron cuenta que había desaparecido, por lo que la posibilidad de profesionalización es escasa y, ahora, nula.
Sumado a los recientes cambios administrativos que han sufrido los profesores deportivos, son inundados por mala información y rumores sin fundamentos: “Es muy poca la información que baja a las escuelas; oficios mal redactados; sin fundamentos y confusos. La comunicación entre docentes y autoridades ha tomado un mal camino”, señala.
Sin embargo, estos cambios no han presentado mucha resistencia, pues los afectados no participan activamente en la defensa de los derechos laborales. “Desafortunadamente los profesores no nos involucramos mucho en la actividad política o administrativa. La participación es mínima en comparación con otros compañeros de aula.
Se debe impulsar la formación de investigadores relacionados con la materia de educación física; los docentes “debemos escribir, compartir y comparar nuestras experiencias con los alumnos. Nuestra materia no solo es práctica, hay mucha teoría que la respalda; aún hay muchas cosas por descubrir al respecto”.
Para mejorar esto se requiere la conjunción de muchos elementos: mayor participación de los profesores y padres de familia, mejores autoridades educativas, mayores recursos, mejores escuelas e infraestructura y seguridad laboral, concluye.
Rezago en la materia, problema social y político
Para el profesor Moises Sotelo, quien radica en la Ciudad de México, el abandono que presenta la materia de Educación Física, viene da muchos años atrás y es parte de un problema social sobre la poca cultura deportiva. El aspecto político tampoco ha sido un elemento a su favor, pues no se le ha brindado el apoyo suficiente para que esta asignatura cobre la relevancia que se merece.
Recalca que desde la desaparición de la DGEF los profesores han perdido poder educativo y terreno frente al sistema, pues estas acciones resultan contradictorias con los planes y modelos que el gobierno dice querer.
“La desaparición de actividades que conllevó la extinción de la Dirección General, tuvo una fuerte repercusión en los niños, pues estas opciones educativas como iniciación deportiva, campismo o danza, fortalecían y descubrían nuevas habilidades de los alumnos, por lo que se les quitó una nueva oportunidad de desarrollo”, afirma Moisés Sotelo.
Advierte que las recientes reformas que se desarrollan no cubren con las necesidades reales de las unidades educativas: “Aunque en el papel, las nuevas leyes “pintan” muy bonito el panorama educativo, la realidad es que no tenemos los recursos ni prestaciones suficientes para el desarrollo de nuestras tareas.”
A pesar de ello, reconoce, es muy gratificante el trabajo con los niños, pues su gran alegría y estupendos resultados, los motiva para mejorar sus condiciones como profesionistas y mejores educadores.