A escala global existe un déficit en el financiamiento a la Educación Básica de 26 mil millones de dólares, que afecta a la calidad de la educación a nivel mundial. Por ello se requiere “un cambio radical en la financiación” del sector, según ha alertado la Unesco.
De acuerdo con este organismo internacional, también se pierden cerca de 129 mmdd anualmente, debido a que resulta ineficaz la educación que imparten los sistemas educativos de los Estados, se especifica en el reporte de seguimiento más reciente de la Educación para Todos en el Mundo.
“Los docentes solo pueden esmerarse en el contexto apropiado, con planes de estudios bien concebidos y estrategias de evaluación que mejoren la enseñanza y el aprendizaje”, estas políticas educativas, requieren un financiamiento adecuado, asegura el reporte. Consulta el informe completo Aquí.
Para dimensionar la crisis educativa internacional, el informe destaca que en Latinoamérica uno de cada cuatro niños no comprende una oración completa; en México, la mitad de los alumnos de educación básica no cuentan con las competencias suficientes para comprender lo que leen ni pueden desarrollar operaciones aritméticas, es decir, tienden al analfabetismo funcional.
“En esta etapa, los gobiernos no pueden sencillamente darse el lujo de reducir la inversión en la educación y los donantes no deben incumplir sus promesas de financiación. Esto exige encontrar nuevas maneras de financiar las necesidades urgentes”.
Lo anterior resulta importante, toda vez que “conforme avanzamos hacia 2015 y establecemos la nueva agenda para después de esa fecha, todos los gobiernos deben invertir en la educación como acelerador del desarrollo inclusivo. Los datos que figuran en este Informe muestran claramente que la educación confiere sostenibilidad a los avances en la consecución de todos los objetivos de desarrollo”, enfatiza el reporte de este organismo de la ONU.
“Si, como se espera, los nuevos objetivos de educación después de 2015 se extienden al primer ciclo de la enseñanza secundaria, el déficit de financiación aumentará a 38 mil millones de dólares”, se lee en este informe que puede ser consultado en línea.
La Unesco alerta que sólo 41 de 150 países destinan 6 por ciento de su PIB a la educación; y puntualiza que si bien la recomendación es asignar 20 por ciento del gasto público al sector educativo, el promedio mundial es de apenas 15 puntos porcentuales.
En muchos de los países más pobres del mundo, la evasión fiscal resulta en la creación de fortunas personales por parte de las elites, en detrimento del fortalecimiento del sistema educativo para la mayoría. Si los billones de dólares estadunidenses que según se estima están escondidos en paraísos fiscales estuvieran sujetos a un impuesto sobre las ganancias de capital, y 20 por ciento de los ingresos resultantes se volcara a la educación, se podría añadir entre 38 mil millones y 56 mmdd a la financiación de la labor educativa, agrega el documento de este organismo.