Las seis entidades federativas con los mejores puntajes en PISA lectura 2012 fueron: Querétaro, DF, Aguascalientes, Chihuahua, Nuevo León y Colima (en ese orden). Curiosamente y de acuerdo al Censo educativo dado a conocer recientemente, todas ellas, tienen un porcentaje de comisionados o con licencia sobre el personal educativo menor al promedio nacional (1.4). El promedio de esa cifra para las seis entidades es de 0.9, o sea de casi 1 comisionado o “licenciado” por cada 100 de los empleados en el sistema educativo, lo cual los ubica significativamente por debajo del promedio nacional.
En contraste con lo anterior, de los seis estados de la República que obtuvieron los peores puntajes en lectura en la edición 2012 de la prueba PISA (Guerrero, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Zacatecas yCampeche, ordenados de menos a más por el puntaje de sus alumnos en lectura), la mitad de ellos se ubican muy por encima del promedio nacional en porcentaje de “comisionados o licenciados”.
Destaca a ese respecto, Campeche con el porcentaje más alto de los seis (4.6) y el segundo más alto, después de Yucatán (5.3), a nivel nacional. Destaca también, sin embargo, el que, en promedio, para ese conjunto 2 de cada 100 personas empleadas en el sistema educativo público realicen labores de carácter sindical. Lo de “labores sindicales” hay que decir que parecieran referirse fundamentalmente a “labores SNTE”, pues según nos indican y confirman los datos del Censo educativo, el porcentaje de personal “en comisión o licencia” por entidad federativa es mucho mayor en entidades con predominio de ese sindicato que en aquellas con una presencia fuerte de la CNTE.
Una primera lectura (muy rápida) de los datos presentados arriba pudiera sugerir que el personal dedicado a labores sindicales dentro del SNTE, al que se le paga como personal educativo, nos sale muy caro no sólo en términos presupuestales, sino también en términos de aprendizajes fundamentales de los alumnos. La cosa, sin embargo, es más compleja. Básicamente, porque (afortunada o desafortunadamente) las cifras no hablan por sí solas (hay que escudriñarlas e interpretarlas). Por ejemplo, el estado con el porcentaje más alto de “comisionados” o “licenciados” sindicales (SNTE), como ya mencioné arriba, es Yucatán, y sin embargo el puntaje de sus alumnos en PISA lectura 2012 es ligeramente superior al promedio nacional (429 contra 424). O sea y al parecer, en la hermana república “Yuca”, resulta que no nos sale tan caro (en lo que a aprendizajes de los alumnos se refiere), lo que (muchos) le apoquinamos al SNTE.
Para seguir con los casos incómodos –si de lo que se trata es de encontrar rapidito explicaciones fáciles-, veamos el de Tlaxcala. Esa entidad es la que presenta el menor porcentaje de “comisionados y licenciados” sobre el personal educativo total. Los resultados de sus alumnos en PISA lectura 2012 fue, sin embargo, inferior al promedio nacional (418 contra 424), lo cual indica que tener menos “educadores” en labores sindicales tampoco se traduce, necesariamente, en mejores aprendizajes para los alumnos.
¿Conclusión? A primera vista, los datos del Censo educativo parecen sugerir que el SNTE nos sale caro en dinero y también en aprendizajes básicos, tales como la capacidad para leer de corridito en nuestra lengua materna. Miradas con mayor detenimiento, sin embargo, las cifras del Censo parecieran dibujar un panorama bastante más complejo y abrir muchas más preguntas de las que es posible contestar de carrerita. Urge un poquitín menos de ideología y de corrección política; urge hacer investigación en serio. Gracias al Censo, ello es hoy, más posible que antes.
Publicado en El Financiero