Sólo 30 por ciento de las escuelas de educación básica en México cuenta con personal directivo, docente y docentes especiales, todos ellos indispensables para la gestión escolar, detalla el informe 2014 “El derecho a una educación de calidad”, que el Instituto para la Evaluación de la Educación realizó en materia de infraestructura, condiciones para la inclusión y en las estructuras pedagógicas.
El informe evidencia que las carencias de muchas de estas escuelas mexicanas tienen que ser solventadas por los padres de familia. Es el caso de las casi 900 escuelas de educación secundaria que carecen de salones para impartir clases y poco más de 4 mil planteles preescolares que funcionan también sin aulas.
En la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), tres de cada cuatro inmuebles públicos fueron construidos para fines educativos, pero entre los privados, esto sólo ocurre en cinco de cada diez; no obstante, las condiciones de los centros privados aventajan a las escuelas de carácter público.
Por ejemplo en preescolar, de acuerdo con el informe del INEE, basado en los datos arrojados por el censo de escuelas hecho por el INEGI, destaca que de los poco más de 4 mil planteles preescolares no tienen aulas para impartir clases, 76 por ciento pertenecen a la modalidad comunitaria. Esto refleja que son las comunidades indígenas y rurales, donde se encuentran los centros escolares con las peores condiciones de todo el Sistema Educativo Nacional (SEN).
“La tercera parte de las escuelas de preescolar tiene acceso a línea telefónica; 46 por ciento cuenta con equipo de cómputo en funcionamiento y 29 por ciento con conexión a Internet… las desventajas para las escuelas indígenas y comunitarias son enormes, pues menos de 2 por ciento tiene teléfono y conexión a Internet y apenas 28 y 9 por ciento, respectivamente, disponen de equipos de cómputo que funcionan. En contraste, nueve de cada diez preescolares privados cuenta con estos servicios”, señala el informe del INEE.
Las escuelas indígenas tienen procesos educativos más limitados en comparación con las escuelas generales, aproximadamente 49.3 por ciento de los preescolares indígenas tienen un sólo docente que atiende los tres grados y al mismo tiempo se encarga de las funciones directivas.
En primaria, los centros educativos que se encuentran en comunidades de menos de 100 habitantes, “sólo una de cada cinco cuenta con las condiciones mínimas para funcionar”, mientras que en las localidades de 15 mil y más habitantes, “esto sucede en 85 por ciento de las escuelas”, se lee en el informe del INEE.
Estas deficiencias en las escuelas, en lugar de ser atendidas por el Estado, tienen que solventarlas los padres de familia; “cuando las condiciones materiales de los centros escolares no son suficientes o adecuadas para su buen funcionamiento, es la comunidad escolar la que tiene que hacerse cargo de ellas, mediante aportaciones económicas, en especie o en trabajo. Ello impone barreras para el acceso de los más pobres a la escuela”.
En lo que respecta a las escuelas secundarias, las condiciones no son más favorables, por ejemplo, casi 900 secundarias carecen de aulas para impartir clases. En uno de cada cinco planteles no hay sillas y escritorios para docentes en todas sus aulas.
En cuanto a tecnología en las escuelas secundarias, se sabe que 85 por ciento cuenta con equipo de cómputo en funcionamiento y sólo 53 por ciento tiene acceso a Internet; situación que se agrava en las secundarias comunitarias, ya que estos porcentajes se reducen a 36 y 3 por ciento respectivamente.
Escuelas no aptas para la inclusión
Los inmuebles escolares en general no presentan condiciones adecuadas de accesibilidad para la movilidad de personas que utilizan auxiliares motores, pues sólo 26 por ciento de los planteles cuenta con rampas y 11 por ciento tiene sanitarios amplios con agarraderas; dos de cada tres escuelas privadas no tienen estas adaptaciones, señala en su informe el INEE.
Gestión escolar
Con respecto de las condiciones organizativas y pedagógicas, 67 por ciento de los preescolares, la mitad de las primarias y 46 por ciento de las secundarias, están conformadas sólo por docentes; la mayoría de estas escuelas son multigrado. Únicamente 30 por ciento de las escuelas de educación básica cuenta con personal directivo, docente y docentes especiales.
Escuelas peligrosas
En el apartado sobre condiciones e infraestructura escolar, también se señala que “todavía se aplican en las escuelas castigos que implican la exclusión de alguna actividad escolar, la afectación de algún otro derecho, un trato denigrante o, incluso, poner en peligro la integridad física personal”, refirió el informe del INEE.
Estas condiciones de educabilidad en nuestro país, hacen que hasta ahora, en términos de cobertura “las metas de matriculación universal se han alcanzado para la población de 5 a 12 años. Pero casi tres quintas partes de los niños de 3 años (60 por ciento) y dos quintas partes de los de 15 a 17 (39 por ciento), no se están inscribiendo a la escuela.
De continuar las tendencias recientes, es posible que a mediados de esta década se alcance la inscripción de todos los niños de 12 a 14 años; sin embargo, la meta para lograr la cobertura de la educación media superior del grupo de edad de 15 a 17 tomará dos décadas más de lo previsto por el gobierno mexicano”, asegura el documento.