Las 364 variantes de las lenguas indígenas nacionales están en peligro de desaparecer. En riesgo muy muy alto se encuentran 64; alto 43; mediano 72; y riesgo no inmediato 185; advirtió el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).
De acuerdo con el Censo de Población 2010, en México hay unos 16 millones de indígenas; de ellos, cerca de 7 millones hablan español y alguna de las lenguas nacionales, mientras que un millón son monolingües. De ahí la importancia de conservar las distintas lenguas.
Ante ello,el director general del Inali, Javier López Sánchez, explicó que diez lenguas ya cuentan con una norma de escritura, lo que amplía su uso en los textos. Sin embargo, dijo que, en su mayoría, las lenguas indígenas han prevalecido en México de manera oral, no escrita. Estas lenguas, señaló, son maya yucateco, ñahñú u otomí, mam, tojolabal, tsotsil, tseltal, zoque, mochó, chol y cachiquel.
Por su parte, Rosa María Rojas Torres, Directora de Investigación del Inali, explicó que el proceso de normalización es fundamental para evitar el desplazamiento de las lenguas nacionales. “Las normas se construyen y avalan mediante acuerdo institucional de los agentes educativos; activistas; promotores lingüísticos y culturales; traductores e intérpretes, y hablantes en general.
Con ella se revitalizan, fortalecen y desarrollan las lenguas indígenas, además de que facilita la elaboración de gramáticas, diccionarios, vocabularios y señalética”, finalizó.
Como parte de las tareas de rescate, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado un disco compacto con música en 12 lenguas indígenas: otomí, zapoteco, totonaco, paipai, tsotsil, zoque, maya, náhuatl, huichol, seri, mixteco y purépecha.
El álbum musical contiene canciones como Pueblo Eterno, en purépecha; Blues del Sol, en tsotsil, y Canción del Mar. El Cielito Lindo, de Quirino Mendoza, se puede escuchar en náhuatl, interpretada por Edith Ortiz; Bésame mucho, de Consuelito Velázquez –una de las canciones más representativas de México en el mundo–, es interpretada en otomí por Venancio Zamudio; mientras que La Llorona, de Eustaquio Jiménez Girón, es cantada en zapoteco por Feliciano Carrasco.