Fundado en 1978 con la finalidad de satisfacer la demanda de personal técnico calificado para el sistema productivo, así como de educación de bachillerato, el Colegio Nacional Profesional Técnico, o Conalep -como s conocido-, es uno de los pilares de la enseñanza Media Superior en México.
Así lo expresó el titular de la SEP. En 35 años de actividades el Conalep “ha consolidado su papel en su formación, capacitación, vinculación, apoyo comunitario y asesoría, a través de sus 307 planteles a los que asisten más de 300 mil alumnos, y este año son ya más de un millón 200 mil egresados los que el Conalep le ha brindado a México, enfatizó Emilio Chuayffet.
Entre sus principales fortalezas, abundó, “podemos destacar el haber sido pionero en la adopción del Modelo de Formación Dual, que relaciona a los jóvenes directamente con el mundo del trabajo. Asimismo ha afianzado una sólida vinculación con empresarios quienes participan activamente en las estrategias de formación, capacitación, especialización de recursos humanos en las entidades o regiones productivas a través de los más de 3 mil convenios de colaboración que se tienen firmados a la fecha.
Y adelantó que “muy probablemente durante el verano vamos a suscribir un convenio para instaurar, con el apoyo de Alemania, el Modelo Dual Mexicano, ojalá que los empresarios se cunden en esta enorme tarea que va a dar en nuestros jóvenes la oportunidad de ser al mismo tiempo estudiantes y no prospectos sino realidad de empleo.
“En materia de Educación Dual”, continuó Chuayffet, “nuestra meta para el 2018 es que Conalep aumente la matricula en alrededor de 10 mil estudiantes, logre la participación de 300 planteles con al menos el 50 por ciento de las carreras de su oferta e involucre a más de mil 500 empresas en el sector educativo.”
En esta fecha tan significativa, finalizó, “revaloramos la formación de Conalep no sólo como mero adiestramiento, sino como un desarrollo integral del individuo. Su objetivo, como el de cualquier modalidad o nivel educativo, no es preparar a los estudiantes únicamente para que sean productivos y obtenga un empleo.
Tal como lo señala su decreto de formación, debe de proporcionar una educación que propicie un desenvolvimiento social, humano, profesional y armonioso. Así advertimos que el fin de la educación es mucho más complejo, es enseñar a vivir y a convivir y el empleo es una derivación o efecto secundario de éste aprendizaje.”