¡Cómo! ¿La SEP cuenta con 26 00 maestros “de reserva”? La noticia que acaba de dar el Secretario de Educación Pública en el sentido de que la SEP dispone de 26 000 maestros de reserva[1] no causó entre el público el estupor que yo hubiera esperado.
Surgen diversas preguntas elementales ante esa declaración.
Pues qué, ¿no tenemos todavía una gran cantidad de problemas en el país para lograr cobertura universal, y más aún, una “educación de calidad”, como lo marca ahora la constitución, por falta de maestros?
Vayamos enumerándolos, porque tal parece que el interés primordial de la Reforma estructural ha sido evaluar el desempeño personal de los maestros en servicio, y no atender el elevado déficit de maestros, fácilmente documentable.
Sólo para la educación básica obligatoria, y con base en el Panorama Educativo de México que ofrece el INEE año con año:
a) No se pudo cumplir con el mandato constitucional de ofrecer tres grados de pre escolar a la toda población infantil para el año 2009. Recientemente el presidente ofreció atender al 1 700 000 niños en esas circunstancias. Una simple promedio indicaría que solamente en ese rubro se necesitarían unos 68 000 maestros para atender grupos de 25 alumnos.
b) Hay todavía poco más de un millón de niños y adolescentes que no están en la escuela, principalmente en la secundaria, el total es de esa información se desglosa por entidad, por género, por edad, en fin, los datos abundan, y podría hacerse incluso por años cursados efectivamente, incluyendo las tasas de reprobación y abandono, que no dejan de requerir una debida atención docente.
c) Por lo que refiere a la atención “de calidad”, basada en el indicador elemental de los maestros que atienden a quienes han accedido a las escuelas, hay datos claros y precisos acerca del total de niños, de escuelas, de zonas o de regiones – cifras se pueden expresar en cualquiera de esa unidades según el interés del analista- , atendidas por jóvenes egresados de secundaria – cuyo entusiasmo afortunadamente ha compensado su falta preparación pedagógica- o por maestros que atienden una escuela ellos solos, o con apoyo de otro compañero ( escuelas unitarias, bi docentes), telesecundarias que cuentan con uno o dos profesores nada más. Un análisis de la composición del personal docente de cada escuela daría los datos exactos de la cantidad de ellas que no cuentan con la estructura reglamentaria que se considera idónea en lo que refiera al personal docente.
d) A partir de la obligatoriedad de la secundaria, no solamente hay todavía adolescentes sin acceso a la misma, sino que la atención a los que han accedió, todavía depende en muy buena medida de maestros contratados por asignatura, maestros que deben atender un número elevado de alumnos por semana, según el número de grupos asignados de 40, 50 o 60 alumnos ( saque la cuenta: maestros con tres grupos por semana: 120, 150, o 180 alumnos; maestros con 10 grupos a la semana, 400, 500 o 600 alumnos por semana, y así según los datos que alimenten el algoritmo)
e) ¿Y son suficientes los maestros bilingües ahora en servicio para atender a la población de las muy diversas etnias y lenguas del país? ¿Y la atención adecuada a los niños migrantes jornaleros?
f) De acuerdo con los planteamientos de diversas reformas curriculares que se han decretado en lo que va del siglo XXI para acceder con calidad a la sociedad global, sociedad del conocimiento y demás caracterizaciones del futuro que nos espera, faltarían maestros de educación física, de inglés, de computación, maestros de diversas especialidades para atender las escuelas de tiempo completo, asesores técnico pedagógicos. En fin, podríamos seguir enumerando las puntos críticos de la grave problemática del país, o para hacer uso del eufemismo más reciente con el que se califican los problemas, “zonas de oportunidad”, en donde podrían estar trabajando esos 26 000 maestro, ahora flagrantemente desaprovechados.
¿Quiénes son esos maestros?
La información periodística nos dice que se trata de 16 000 docentes en espera, que fueron calificados como “idóneos”, y no pudieron encontrar “plaza disponible”.
¿Son egresados de las Normales del país, a los que ya no se da plaza automática? ¿Son egresados de las múltiples licenciaturas en ciencias de la educación que se han abierto en los últimos años, de preferencia en universidades privadas, que ahora superan el número de normalistas? ¿Se trata de todos aquellos que están desempeñando funciones de docentes con contratos de 14 días, o de 5 meses y medio? ¿Es necesario que esperen la aplicación de la ley sobre el despido legal de los maestros que no se presentaron a las evaluaciones o que han faltado tres días consecutivos a sus labores, para aspirar a una plaza?
¿Se trata de maestros jubilados? Sí: 10 000 mil profesores sustitutos restantes son: a) jubilados que podrían regresar por un periodo temporal a los salones de clase; b) maestros en activo con posibilidad de cumplir dos turnos. Cabe señalar que el doble turno implica suprimir media hora de clase en cada uno, y que además los maestros no tengan tiempo, durante su jornada laboral constitucionalmente establecida, para preparar sus clases, evaluar debidamente los avances de sus alumnos, atender a los padres de familia, organizar sus grupos de superación y tantas otras actividades que exige el buen desempeño frente a grupo.
Y aún hay más preguntas ¿La evidencia de un examen estandarizado es suficiente para asegurar que están debidamente preparados? ¿Ese resultado les asegura una adecuada preparación para los contextos tan difíciles en donde trabajan ahora los maestros que protestan? ¿Cómo van a consolidar su desempeño profesional, ante la violencia que los acompañará a sus plazas de nueva asignación? ¿Contarán con los tutores y los asesores técnico pedagógicos que les orienten y contribuyan a mejorar su desempeño profesional en los dos años de prueba que ahora propone la ley? ¿Cuánto tiempo van a colaborar los maestros jubilados? ¿Cuándo contarán los maestros con los contratos de tiempo completo que no les signifiquen tiempo sin respiro frente a grupo?
[1] Periódicos varios, 19 y 20 de mayo de 2016